Una de las últimas sentencias del TSXG respecto a la polémica de las valoraciones de Facenda es, precisamente, la contestación a una constructora ourensana por la demanda contra la Xunta y el Tribunal Económico-Administrativo en el pago del ITP en un solar. Al margen de la discusión sobre la caducidad del procedimiento, el tribunal se mete de lleno en la actuación de la administración, que opta en este caso por el llamado método comparativo. El valor se fija en función de bienes parecidos de los que sí hay información.

"El propio informe reconoce la imposibilidad de encontrar en el mercado un solar de similares características", recuerda el fallo, que revela que la Xunta usa datos propios de transacciones y "estudios de mercado comprados" a una tasadora. El tribunal reprocha que no se elijan ejemplos de la misma vía donde está ubicado. Aunque está "formalmente motivado", del análisis "se desconocen aspectos necesarios para poder verificar la homogeneización".