El envío de un correo electrónico por parte de Sanidad a los titulados en Medicina que a finales de enero se presentaron al MIR bastó para encender la alarma. Un grupo de futuros facultativos, que preveían conocer a finales de este mes su puesto exacto alcanzado en las listas (lo que les permite optar a la especialidad que desean en un hospital u otro del país en función de sus resultados en la dura prueba), detectaron que las respuestas del examen que les enviaba el ministerio no se correspondían exactamente con las contestadas por cada uno de ellos en la prueba de ámbito nacional. Los fallos detectados en las planillas de respuestas provocó en cuestión de horas una avalancha de reclamaciones ante el propio ministerio y una marea de protestas en las redes sociales.
Los candidatos a las 7.527 plazas en hospitales del país (más de 6.000 de médicos y el resto para enfermeros y farmacéuticos) presentaron 600 quejas por errores en la transcripción de las respuestas de sus exámenes, un repertorio de contestaciones de cuando se examinaron que ellos guardan en papel de calco y que es la clave para optar al puesto que desean y por el que pelearon. El propio Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) salió en defensa de las quejas vertidas por los candidatos.
Tras el revuelo, con grupos de Facebook, Whatsapp y Twitter incluidos, el Ministerio de Sanidad se comprometió a última hora de la mañana de ayer a revisar en un mes y uno por uno las 28.830 planillas de exámenes, con las respuestas de cada uno de los candidatos. El director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Carlos Moreno, negó que exista "un error masivo", al presentarse 600 quejas de más de 28.000 exámenes "por errores de lectura y de validación". Moreno añadió que el año pasado se presentaron 300 reclamaciones y quiso dejar claro que no se puede hablar de "errores en la corrección de exámenes, ya que éste es un proceso previo en el que ni siquiera interviene la comisión calificadora". Se trataba simplemente de acreditar las respuestas de cada examinado y en esa comprobación los propios afectados descubrieron los fallos. El Ministerio dispone de una grabación automatizada (por lectura óptica) de las hojas con las respuestas de los aspirantes y se envió a título informativo. Los aspirantes pueden comprobar la coincidencia del resultado de la lectura óptica con sus hojas de calco que guardan desde el día del examen o en la web de Sanidad a través de un certificado electrónico. Moreno quiso pedir tranquilidad expresando que las quejas representan un 2% del total de exámenes. "Se revisarán todas y cada una de las planillas de respuesta como garantía de seguridad para todos los aspirantes", expresó ayer el ministerio. De los 28.830 exámenes, 2.374 son de aspirantes gallegos. De las 7.527 plazas que se ofertan, 6.102 son para médicos y optan a ellas 12.199 aspirantes en el país. El segundo grupo más amplio es el de enfermeros. En 2013, por ejemplo, la empresa contratada por el ministerio se equivocó al baremar los expedientes de los médicos que se iban a presentar al MIR y Sanidad tuvo que revisar todos los méritos.
