La empresa redondelana Magallanes Renovables prosigue con éxito con su proyecto en busca de generar electricidad a través de la fuerza de las corrientes. Gracias a un trimarán -"una especie de batea con un molino invertido"-, cuya versión experimental se construye desde finales del mes de marzo en los astilleros Cardama, en Vigo, el llamado proyecto Magallanes aspira a ser el referente mundial en aprovechamiento de la fuerza maremotriz. Para poder alcanzar esa meta, necesitan adquirir la homologación del laboratorio referente número uno en el mundo, el Centro Europeo de Energías Marinas (EMEC). Algo que, a priori, no debería ser muy complicado si hacemos caso a los resultados que obtuvo hace dos semanas un prototipo del trimarán en las instalaciones de las islas Orcadas (Escocia). Europa está fascinada con el trimarán gallego.

El prototipo ATIR, a escala 1:10, que ya fue testeado en bancos de pruebas y también en zonas como Rande, Cesantes (Redondela) o A Guarda, tenía que enfrentarse a una prueba "real", a mareas más fuertes de las que estaba acostumbrado. Para eso fue necesario visitar una de las zonas ideales que hay en el mundo para la obtención óptima de energía a través de las mareas.

Por eso, hace dos semanas comenzó la primera fase: El prototipo fue trasladado al norte de Escocia, concretamente a las islas Orcadas, siendo el primer proyecto de este tipo aprobado por el EMEC. "Nos permite demostrar la integridad y viabilidad del concepto y sus subsistemas en un clima de mar real, y ayudar a informar a la construcción de nuestra plataforma flotante de 2MW para garantizar un diseño óptimo y estable", indicó Alejandro Marques, responsable Magallanes Renovables.

La prueba, que tampoco pasó por alto para los medios locales (la BBC se hizo eco tras una nota publicada por el EMEC), sirvió sobre todo para comprobar "las necesidades de mantenimiento", además de que con ello adquirían la experiencia operativa necesaria en esas condiciones marítimas.

¿El objetivo? Aplicar los resultados obtenidos en la versión real del trimarán, actualmente en construcción y que esperan que esté en pruebas el próximo año, para comenzar su comercialización a finales del año 2015. "La construcción va según lo previsto y las pruebas en Escocia salieron bien. Estamos satisfechos", explicaron fuentes de la empresa redondelana.

El viaje y la instalación

Según estas mismas fuentes, realizar pruebas en las instalaciones del EMEC es complicado y resulta caro. El transporte del prototipo al norte de Escocia es logísticamente difícil y resulta una odisea. Algunas piezas tienen que ir en contenedores, desmontadas, y son instaladas en la zona.

Por su parte, la gerente de relaciones con los clientes del EMEC, Eileen Linklater, explicó que realizar este tipo de pruebas en el mar "permite a los desarrolladores de energía marina y a los proveedores aprender lecciones muy valiosas sobre cómo trabajar en un ambiente real del mar".

Mientras, el director general de Gestión Marina de Orcades Consultants, David Thomson, encargado de las operaciones marítimas y la prestación de apoyo en tierra al Proyecto Magallanes junto a otras empresas locales, explicó sentirse "satisfecho" por la "rápida y exitosa" instalación del ATIR en la zona de pruebas, tras su montaje y colocación.

Tras iniciar el desarrollo de esta idea en el año 2007, los encargados de Magallanes Renovables tendrán ahora que conseguir probar la versión experimental, que tendrá 40 metros de eslora. Esa será la siguiente fase.