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Primeras sanciones en Galicia por tráfico ilícito de medicamentos

Multa de 4 millones a farmacias y almacenes gallegos por venta ilegal

Sanidade les sanciona por vender medicamentos en países donde cuestan hasta cinco veces más

Consiste en desviar medicinas del canal habitual de venta establecido en el sistema nacional de salud para comercializarlas en el extranjero, donde cuestan entre tres y cinco veces más del precio fijado en España. Esta práctica ilegal, que puede derivar en un problema de salud pública al perder el control sobre los medicamentos hasta que alguien llega a consumirlos en otro lugar y también puede provocar desabastecimiento en las boticas de aquí, se detectó hace apenas tres años, lo que derivó en un proceso de investigación para perseguir a posibles establecimientos implicados. La Consellería de Sanidade sancionó por primera vez en Galicia y con cerca de cuatro millones de euros en total a cuatro farmacias y a dos almacenes de distribución "por tráfico ilícito".

De manera individualizada, cada una de las multas impuestas por la Xunta a los establecimientos una vez cerrado el expediente asciende a algo más de 600.000 euros, cantidad muy elevada al considerarse como "infracción muy grave" en la Ley de Ordenación Farmacéutica. Entre 2012 y 2013 Sanidade sancionó en total a 28 farmacias por diferentes conceptos, cuatro de ellas por tráfico ilícito y a dos almacenes de distribución. La multa a la primera botica gallega expedientada por la Xunta fue de 666.001 euros, en 2012, cantidad que en pesetas se traduciría en unos 111 millones. Al año siguiente fueron tres oficinas de farmacia, sancionadas con dos millones de euros en total, y dos almacenes de distribución, que afrontan un castigo de más de un millón de euros (cerca de 600.000 euros correspondería a cada uno).

En su conjunto, las primeras sanciones impuestas por la Administración autonómica a establecimientos de farmacia por estas novedosas tramas para vender medicinas fuera, que está dando lugar también a grandes operaciones en el país perseguidas por la Agencia Española del Medicamento y fuerzas de seguridad, ascienden a cerca de cuatro millones de euros (unos 637 millones de pesetas).

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Fuentes del sector consultadas explican que una botica media "no puede afrontar el pago de una sanción de este calibre; es prácticamente imposible". "Algo así se traduce en el fin de la actividad, suele conllevar clausura y eliminación de la licencia, de manera que tampoco puede traspasarse el negocio. Y, a mayores, está la vía penal", cuentan las mismas fuentes, que se muestran en contra del comercio ilegal, "que además ensucia la imagen de todo un sector". Aseguran que las boticas han recibido en muchas ocasiones información y avisos para evitar caer en este tipo de prácticas.

Las farmacias solo pueden vender a pacientes. A través de este sistema de venta alternativa surgen alianzas con almacenes de distribución para sacar fuera, a países como Reino Unido, Dinamarca, Holanda, Alemania, Austria o Bélgica, determinadas cantidades de fármacos. Implica que el medicamento, cuyo precio en España está regulado por el Gobierno, se vende en el extranjero a precio libre. El resultado es que ganan al menos tres veces más y el beneficio de la operación se reparte. Este sería un esquema o ejemplo del conocido como "comercio inverso", como lo llama la propia Administración, aunque hay otras variables en las que entraría una empresa, que se encargaría de la distribución fuera, "o mismo personas que retiran con receta un mismo medicamento en distintas oficinas y hacen acopio para después introducirlos en una red", según cuentan fuentes del sector, de modo que no existe una sola fórmula.

Redes paralelas

"Es una actividad emergente en España en los últimos años y se trata de cambiar los circuitos para proceder a una actividad ilícita. Hay almacenes farmacéuticos que están comprando medicamentos a oficinas de farmacia y los distribuyen en una red paralela porque los precios en otros países son más altos", explican desde Sanidade. La actual normativa de ordenación farmacéutica describe como infracciones, en su punto nueve: "Realizar por parte de una oficina de farmacia actividades de distribución de medicamentos a otras oficinas de farmacia, almacenes, mayoristas, entidades y centros o personas físicas sin autorización para tal actividad", y un artículo similar específico para los almacenes farmacéuticos.

¿Por qué lo perseguimos nosotros?, se pregunta y explica la Administración autonómica: "porque los laboratorios fabrican en previsión del consumo y puede haber desabastecimiento aquí si existe un descontrol con este tipo de prácticas y porque se pierde la trazabilidad de los medicamentos, lotes que deberían conservarse en nevera, por ejemplo, y esto pone en riesgo la salud". "Desde que se empezó a detectar pusimos en marcha actuaciones en la comunidad autónoma, controlando el volumen de ventas de oficinas", añade.

Un negocio que empieza a conocerse con operaciones como 'Caduceo' o 'Convector'

  • El pasado mes de julio la Guardia Civil confiscó en un almacén de Valencia, que no reunía las condiciones sanitarias necesarias, 12.000 medicamentos por valor de 300.000 euros. Era la operación 'Caduceo', con 50 boticas implicadas en toda España (de Galicia, Navarra, País Vasco, Cantabria, Asturias, Madrid, Cataluña o Aragón). Las oficinas se llevaban, en este caso, una comisión del 10% del precio final. En los registros intervinieron 163.000 euros en metálico, más de 2.500 dólares y se bloquearon 19 cuentas bancarias. Así saltaba a los medios, con varias farmacias gallegas implicadas cuyo nombre no trascendió, el fenómeno del comercio inverso. En octubre se descubrió una red similar, operación 'Convector', con 30 detenidos, dos imputados y 29 registros en farmacias y almacenes de distribución de medicamentos y domicilios de Zaragoza, Teruel, Barcelona, Granada, Málaga y Valencia. Los delitos, en este caso, serían contra la salud pública (tráfico de medicamentos), falsedad documental, contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social. El pasado día 11 la Guardia Civil precintó dos farmacias en Galicia, una en Monforte de Lemos y otra en A Coruña, presuntamente también por comercio inverso pero de una trama diferente a las anteriores.Sanidade explicó que colabora con la Agencia Española del Medicamento, si bien diseñó sus propias medidas para controlar este tipo de prácticas que divide en tres tipos: informativas, coercitivas y sancionadoras. Entre ellas está la modificación de la normativa para introducir este tipo de infracciones.

"Solo cuatro casos entre 1.500 boticas"

  • "Estamos muy avisados, es un tema que cada farmacéutico sabe que no puede hacer", explica José Luis Rodríguez Dacal, presidente de la Federación Gallega de Farmacias. Los colegios farmacéuticos, en las operaciones llevadas a cabo recientemente en el país relacionadas con "comercio inverso", aseguraron que colaboran con las autoridades sanitarias para erradicar este tipo de prácticas. El sector apunta que son pocos casos, "4 oficinas de cerca de 1.500" boticas, pero que: "hay que controlar". Vincula esta práctica con la caída de beneficios en los últimos años.

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