El tramo Lubián-Ourense, con 100 kilómetros de longitud, es uno de los más complejos técnicamente del AVE, debido a la accidentada orografía que atraviesa. Prueba de esta complejidad es la participación de casi medio centenar de empresas constructoras que asumen en su conjunto la ejecución de un trazado que hasta Porto se desarrolla mediante dos vías con plataformas independientes y una sucesión continua de túneles y viaductos.

Los más largos son el de O Corno, de 8.570 metros, en Laza, y el de Cerdedelo-Prado, de 8.518 metros. Ambos conforman una estructura de dos plataformas independientes separados por una distancia de 30 metros pero conectadas por varias galerías de comunicación similares a la que ayer visitó la ministra en O Espiño, donde el director de obra explicó la necesidad de construir galerías de seguridad para casos de emergencia y posible evacuación de pasajeros.