Anxo Quintana, exvicepresidente de la Xunta y exportavoz nacional del BNG, retirado de la primera línea de la política desde la pérdida del poder autonómico en 2009, pero militante de la formación frentista, hizo ayer un llamamiento a "una revuelta ciudadana para reclamar que Galicia exista como hecho político diferencial". Quintana se mostró además dispuesto a "colaborar" con ese movimiento ciudadano para garantizar más autogobierno a Galicia, y en consecuencia, según el político nacionalista, más prosperidad económica. El papel concreto que ocupará es una incógnita. ¿Volverá a la política? "Nunca me fui de la política. La política son ideas y yo mantengo mi ideario y mi compromiso", comentaba ayer a este diario. ¿Quiere ser protagonista de esa revuelta? "Espero la reacción ciudadana y luego el tiempo dirá el lugar qué debe ocupar cada uno", afirmó. Pese a la insistencia, el que fue número dos de la Xunta en el Gobierno de Touriño dejó en el aire su futuro y se limitó a declarar que estará "al lado de la gente, si hay esa revuelta".

Quintana tampoco aclara cúal debe ser el papel del Bloque en esta revuelta. "Debe ser liderada por los ciudadanos", afirma y deja claro que no tiene intención de "poner palos en las ruedas del BNG". Admite que son conocidas sus diferencias con la dirección frentista, pero quiere huir de la deslealtad. También confiesa que ha tomado la palabra para animar a la ciudadanía a que transforme su "simpatía e identificación con Galicia en un compromiso con un proyecto político gallego" porque cercanos le pedían que tomase la palabra y aportase en voz alta su reflexión.

El que fue número dos de la Xunta se mostró en declaraciones a FARO preocupado por la "desgalleguización de Galicia", un fenómeno que advierte desde la llegada al poder del PPdeG y expone "dos síntomas: Galicia está desaparecida en el debate estatal y la política en Galicia parece reducirse al PP y la oposición de izquierdas, cuando en el pasado había tres espacios claramente diferenciados: PP, PSOE y el nacionalismo". "Propongo tener autogobierno para regir nuestros destinos. El problema de Galicia no es de izquierda o derecha, es nacional. Es una cuestión de país", reflexiona, y en su exposición vincula la salida de la crisis económica a la consecución de un mayor autogobierno para Galicia.

La revuelta ciudadana que proclama Quintana y que debe liderar las bases recuerda al mensaje de Podemos, pero el político nacionalista se ríe y recuerda que él líderó una rebelión vecinal en Allariz hace 25 años "que triunfo" y que el BNG lleva años practicando el asamblearismo. Sobre la organización de Pablo Iglesias comenta que "tiene mérito, es un movimiento simpático que movió el avispero".

Ante la inminencia de las elecciones municipales, y el rechazo del BNG a ir en candidaturas con fuerzas de ámbito estatal como IU para remarcar su carácter nacionalista, Quintana, que trabaja como "autónomo para alimentar a su familia", sostiene que "no sabe" qué debería hacer el Bloque. "En las locales se vota a los alcaldes. Hai 315 casuísticas diferentes y no estoy en la política orgánica", afirma, aunque espera que no haya un retroceso. "Necesitamos listas en clave de país en todos los concellos y no solo en clave progresista", dice.