Al excluir de la mesa la reforma electoral municipal, el PSOE se sentará para negociar un gran pacto de regeneración democrática, que debería alcanzar los primeros acuerdos en los próximos tres meses. Esta negociación incluiría no solo los dos proyectos de ley que ya se tramitan, relativos al control financiero de los partidos y la actividad de los altos cargos, sino también otras propuestas, como la limitación del aforamiento. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, incluso ha propuesto reducir de 17.000 a 22 el número de cargos aforados.

Fuentes gubernamentales y del PP insistieron ayer en la voluntad de acuerdo mostrada por ambas partes para sacar adelante el paquete de medidas de regeneración en los próximos tres meses, si bien extendieron la posibilidad de acuerdo al resto de los grupos del Congreso de los Diputados.

Paralelamente tendrían lugar las conversaciones para abordar la reforma electoral, que PSOE, IU e UPyD rechazan de plano, pero que el Gobierno quiere abrir a las propuestas que presenten los demás partidos. En Galicia, el rechazo es unánime entre las fuerzas parlamentarias y extraparlamentarias de la oposición.

Los socialistas indicaron ayer que no aceptarán la negociación de la reforma sobre el método para elegir alcaldes antes de los comicios de mayo, condición impuesta para abordar el diálogo con el PP con el resto de medidas, las primeras sobre las que podría haber un pacto entre las fuerzas mayoritarias en el Congreso desde que Pedro Sánchez tomó las riendas del partido en lugar de Alfredo Pérez Rubalcaba.