Tras 59 días de huelga y seis reuniones, la dirección y la plantilla de Urbaser, concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basuras en Lugo, llegaron a un acuerdo para aprobar el nuevo convenio colectivo y desconvocar un paro que se convirtió en el de mayor duración del sector en toda España. Ayer por la tarde se reanudó el servicio tras lo que el alcalde, Xosé López Orozco, tachó de "huelga sin precedentes".

El personal de Urbaser, compuesto por 139 empleados, ratificó ayer en asamblea por unanimidad el preacuerdo alcanzado en la madrugada anterior con la dirección de la empresa. Se firmará un convenio colectivo por cuatro años en el que se renovarán los derechos sociales y laborales. La plantilla pedía la consolidación de una paga anual de 600 euros, que se quedará en 450. El acuerdo incluye la anulación de los despidos de 11 miembros del comité de empresa por negarse a cumplir los servicios mínimos, que serán sancionados.

El acuerdo llegó a la sexta reunión tras el inicio del paro, pero la décima cuarta desde el arranque de las negociaciones para el nuevo convenio. El diálogo entre la dirección y la plantilla se enquistó y los trabajadores decidieron arrancar una huelga de recogida de basura el 9 de junio, 5 días antes del Arde Lucus. El Concello de Lugo publicó un decreto de servicios mínimos del 100% en la fiesta, lo que despertó el malestar de los huelguistas, que los incumplieron.

Al día siguiente del inicio de la huelga, Urbaser despidió a 11 miembros del comité de empresa y sancionó a otros 91 empleados por incumplir los servicios mínimos. Los trabajadores mantuvieron el pulso y decidieron seguir incumpliendo los servicios, si bien el 17 de junio accedieron a trabajar para hacer frente a la alerta sanitaria, que aquel día se decretó en 57 puntos. Desde entonces, siguieron trabajando en los puntos señalados por Sanidade, que alcanzaron los 90 algunos días.

El concello recurrió a Tragsa de forma intermitente, lo que fue rechazado por la plantilla de Urbaser por entender que iba en contra del derecho de huelga.

Los vecinos exigieron que se les descuente el recibo municipal de recogida de basura en la parte proporcional a los días de huelga. El gobierno aseguró que así lo hará, pero los lucenses recibieron ayer los recibos del segundo trimestre del año con el cobro completo de junio.

Por su parte, los hosteleros estudian reclamar daños y perjuicios al municipio por las pérdidas económicas, que algunos llegaron a situar en un 35% con respecto al año anterior.