A la espera de lo que ocurra, si ocurre, con la cesta fiscal autonómica y local, el futuro de los importantes gravámenes que los ciudadanos pagamos a las comunidades y concellos -especialmente Transmisiones Patrimoniales, Sucesiones y el popular IBI-, lo más transcendental de la reforma fiscal impulsada por el Gobierno apunta al IRPF, con esa bajada "generalizada" porque, según insistía ayer Mariano Rajoy, afecta "al 100% de los contribuyentes". El presidente respondía así al informe que también ayer presentaba la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) con una visión muy diferente sobre el impacto entre los beneficiarios. Porque, en su opinión, no lo serán todos. Los "ganadores", como el propio estudio los bautiza, serán el 67% de los contribuyentes, con un ahorro medio de 435 euros. El 29,8%, en cambio, no notará la medida y un 3% la sufrirá para lo contrario, paga pagar más. La nómina de beneficiarios se distancia aún más en Galicia, donde, según Funcas, pagarán menos de IRPF un 61,3% -alrededor de 423 euros-, mientras que los que no notarán la rebaja suben hasta el 35,6% y un 3,1% notará un incremento de unos 257 euros.
El impacto recaudatorio de la reforma para el Estado supondrá una caída de 1.416 millones de euros en 2015, por una disminución automática de los ingresos de 5.441 millones de euros -2.933 millones en 2016, hasta los 8.374 millones en los dos años- que se verá compensada, en parte, por un efecto de estímulo sobre la economía de 1.737 millones. El resultado será una caída neta de 3.704 millones de euros, según Funcas, que tiene en cuenta en sus cálculos el fin de la deducción por alquiler de vivienda, aunque no la tributación de la indemnización por despido. El análisis concreta que el 89% de la caída de la recaudación por IRPF en 2015 se deberá al cambio de las tarifas (4.825 millones) y el 11% restante al resto de los cambios (616 millones).
Funcas suma 2.039 millones de euros de ingresos que provienen del ciclo económico, independiente de la reforma, y de 249 millones más por los impuestos indirectos del consumo y que atenúan esa caída de la recaudación.
