Lleva 39 años en la DGT, 25 de ellos en la unidad de helicópteros y 15 sobrevolando Galicia. Bernardo Cortijo, jefe de la patrulla aérea de Tráfico en la comunidad, vio "de todo al volante", recuerda cuándo prácticamente todos los moteros viajaban sin casco o los pasajeros sin cinturón, pero "nada" como el conductor al que sorprendió esta Semana Santa con un libro al volante mientras circulaba por la N-VI en Bergondo. Con el paso de los días, Cortijo se enteró cuál era la obra (Los miserables) y que al final el conductor no iba leyendo sino que buscaba un número de teléfono que había anotado. Lo que ya no sabe el piloto de Pegasus es si el joven interceptado encontró lo que buscaba y, de lograrlo, si finalmente llamó teléfono mientras circulaba.

"Hoy apenas se ven barbaridades al volante. Las maniobras negligentes que se veían hace años pero en la actualidad son una anécdota", apunta Cortijo, quien atribuye a Pegasus una finalidad "disuasoria". Las contadas denuncias del helicóptero con radar en su primera semana de funcionamiento ponen de manifiesto los avances logrados en los últimos años en materia de seguridad vial.

Para el trabajo diario de Pegasus, las carreteras gallegas ofrecen una mayor dificultad que en otras autonomías. "La sinuosidad de las carreteras gallegas, con continuas curvas y zonas arboladas, hace más complicado interceptar al infractor", comenta el piloto.