Las farmacias del rural tienen su público fiel, "que acude al boticario periódicamente y confía en su palabra, en su recomendación", cuentan fuentes del sector. Según Dacal, no se sabe tampoco cómo funcionará la venta por internet en estas áreas. Comenta que, además de los pacientes habituados a este tipo de consulta, también hay habitantes, quizás más jóvenes y que utilizan mucho las nuevas tecnologías, que sí demandarán medicinas por internet.

Con la generalización de las ventas on line se incrementan los canales de los ciudadanos para hacerse con medicinas y, además, las fronteras se difuminan. Una de las claves que repite la Unión Europea en su nueva normativa para la venta on line es "la garantía sanitaria". "El objetivo es asegurar que los medicamentos que llegan a los consumidores son de la calidad adecuada, eficaces, seguros y se suministran con la información necesaria para un uso correcto", explica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Por ello, las webs llevarán el distintivo o autorización de la Unión Europea. En última instancia, se evitan alternativas de comercialización fraudulentas que puedan surgir en la red. Además, es importante para la agencia el control de calidad de las medicinas que se suministran, "in situ" o a distancia.

"Un medicamento vendido en una web ilegal carece de las garantías legales de calidad, seguridad, eficacia y correcta información y pone en riesgo la salud. En muchas ocasiones se trata de medicamentos falsificados o de baja calidad, que se fabrican en la clandestinidad sin medidas de control respecto a sus ingredientes ni al proceso de fabricación. Por lo tanto, suponen un riesgo impredecible para la salud", advierte la AEMPS.