Si la edad media de la población gallega va creciendo, a la par que la estatal, y se sitúa ya en 45,57 años -la tercera más alta de España-, también sigue elevándose la edad a la que las gallegas se deciden a tener su primer hijo. Si en 2008 estaba en 30,23 años, en 2013 había subido hasta los 31,72, casi 1,5 años más, y eso que las extranjeras se apuran un poco más y tuvieron su primer hijo a los 27,3 años, lo que baja la media. Si solo se mira la edad de las primerizas de nacionalidad española, la edad sube hasta los 32 años.

Las extranjeras que viven en Galicia aportaron 1.388 bebés a los nacimientos registrados en la comunidad -el 7%-, cuando en 2008 representaban el 7,7%.

En los Movimientos Naturales de Población, el INE también analiza los matrimonios. El año pasado formalizaban así su relación en Galicia 8.569 parejas. En 763 casos (el 9%), al menos uno de los dos cónyuges era extranjero. También la crisis pasa factura a los enlaces, ya que con respecto a 2012 se redujeron un 9,8% y si las cifras se comparan con las de 2008, el descenso alcanza el 21%.

Las estadísticas muestran que las bodas solo por lo civil siguen ganando terreno. El año pasado prescindían del paso por la vicaría 5.669 parejas, es decir, dos terceras partes del total. En España, la cifra de bodas se redujo un poco menos, un 8%, y el porcentaje de matrimonios donde al menos uno de los cónyuges era extranjero duplicó al de Galicia.