El mal de los números rojos es común a toda la llamada administración paralela de la Xunta. Tanto del lado de las empresas y entes vinculados, como en sus fundaciones, que tienen en los presupuestos autonómicos la principal, y casi única muchas veces, fuente de ingresos. La elevada dependencia supone, según el Tribunal de Cuentas, el primer eslabón de una estrategia de financiación para la que el organismo, en su reciente informe sobre el sector público regional en 2010 y 2011, no ahorra crítica y reproches, incluso, por una gestión "poco ortodoxa" en algún caso. Porque son las subvenciones del Gobierno gallego las que permiten suavizar las pérdidas millonarias, pese a que la normativa contable no lo permite.

A nómina de la Xunta estaban en el periodo fiscalizado casi una treintena de empresas y dos entes públicos empresariales. Hay cuatro que no rindieron cuentas: la quebrada Estación de Invierno de Manzaneda, Sogaserso, la firma de servicios sociales Sogarserso, la sociedad que explota el parque eólico experimental de Sotavento y Suelo Industrial de Galicia. Entre el capital riesgo, donde la Xunta participa "mayoritariamente", solo Sodiga y Xesgalicia cumplieron con este trámite, sin que tampoco Cuentas tenga constancia de que hayan pasado por la Intervención General, "que no efectúa su control".

Entre todas, las pérdidas en 2010 sumaron 128,175 millones de euros y 96,704 millones en 2011. Pese a que el resultado de explotación es muchísimo mayor, de 205,256 millones y 137,834, respectivamente. La diferencia, como apunta el organismo fiscalizador, viene en parte de las subvenciones aportadas -de 94,012 millones en el primer año analizado y 48,99 millones en el segundo- y del endeudamiento financiero, que supera en los dos ejercicios los 730 millones.

"La mayor parte de las sociedades contabilizan las subvenciones como ingresos, para cubrir los gastos, y que no aparezcan resultados negativos", explica el Tribunal de Cuentas. "Sin embargo -continúa-, el Plan General de Contabilidad y la Orden de Economía y Hacienda 733/2010 [la que regula aspectos contables de las empresas públicas] señala que las aportaciones que no financien actividades concretas se contabilizan directamente como fondos propios". Ésa es la característica general de "la mayor parte" de las inyecciones de la Xunta a las sociedades, "por lo que debería modificarse la forma actual de contabilizar subvenciones" y por lo tanto, "sin que tengan reflejo en la cuenta de resultados".

Ya sea por transferencias de pago por servicios prestados y encargos de gestión, o "mediante aportaciones para compensación de pérdidas o ampliar capital", lo cierto es que el grado de dependencia financiera rozaba el 56% entre las sociedades públicas y el 82,3% en los entes. Solo ocho logran autofinanciarse más de un 50%.

Los principales toques de atención de los auditores por las cuentas y "la incertidumbre sobre la continuidad" fueron para el banco de tierras Bantegal y Sodecoga, de desarrollo comarcal; y sobre el inventario y la valoración de bienes en Galicia Calidade y el organismo de obras hidráulicas fusionado en 2009 con Augas de Galicia. Sobre este último, está la salvedad "particularmente significativa" por "la falta de contabilización de operaciones". "Muestra un procedimiento de operación poco ortodoxo al imponer la ocultación de déficit mediante el desplazamiento del gasto al ejercicio siguiente", incide. Concretamente, 33,42 millones.

"La Xunta actuó y actúa siempre cumpliendo de manera estricta la normativa vigente, que admite una serie de supuestos en los que es posible imputar al ejercicio siguiente obligaciones generadas en anteriores", explican desde la Consellería de Facenda. "Una práctica habitual en todas las administraciones", subraya.

El gasto reconocido y no imputado en 2010, según el departamento que dirige Elena Muñoz, se incluye solo a afectos de contabilidad nacional "y, por lo tanto, tiene un efecto neutro en el déficit público". "La información del Tribunal de Cuentas proviene de un informe anterior del Consello de Contas que no aseguraba que esta práctica afectara al déficit -añade-. Y, de hecho, este organismo validó la cifra de déficit público de Galicia en 2010, que fue de los más bajos del Estado". Y vuelve a destacar: "En ningún momento puso en cuestión la cifra del déficit declarada por la Xunta".

Las fundaciones en 2011 ascendían a 75. De las 55 de las que constaban datos, las pérdidas se situaron en 3,267 millones de euros. Hasta 4,281 millones un año antes. Las subvenciones alcanzaron los 31,551 millones en 2010 y prácticamente 83 en 2011, con un grado de dependencia de la Xunta del 88,6%. "Este hecho pone en tela de juicio la configuración como fundación pública de estas entidades -explica Cuentas-, ya que la fundación debería ser empleada como un modelo que permita canalizar la participación y la financiación privada en actividades de interés general".

El fiscalizador revela incertidumbres en las auditorías de la Fundación Semana Verde y Fundación del Deporte galego por "actuaciones de comprobación tributaria". Para la entidad asentada en Silleda y la que lleva la Cidade da Cultura, hubo observaciones también sobre las dudas de su continuidad por "pérdidas continuadas o falta de liquidez".

Precisamente, las transferencias de capital a los organismos de la Xunta protagonizan las obligaciones "pendientes de pago", que, recoge Cuentas, vienen arrastrándose desde tiempo atrás. 108,15 millones de 2008, otros 57,76 millones de 2009, y 13,68 millones "tienen una antigüedad de cinco años". Facenda replica que las aportaciones se remiten "previa justificación por parte de los organismos de la efectiva realización del gasto". "Eso no significa que no pudieran afrontar pagos", asegura. Al no ejecutarse siempre el 100% de las partida en el ejercicio en el que se presupuestaron, tampoco se realizan todas las transferencias, "ya que no ha contraído ninguna obligación de pago".

¿Esos pagos siguen pendientes hoy? La Consellería recuerda que en mayo se remitió un informe al Consello da Xunta donde la propuesta de pago más antigua era del día 1 de ese mes. "Todos los pagos propuestos con fecha anterior -resume- ya estaban tramitados".