En su lucha para combatir los fuegos forestales, la Consellería de Medio Rural no solo perseguirá a los incendiarios sino que a partir de ahora estará encima de los propietarios de fincas abandonadas para obligarles a cumplir a rajatabla con la limpieza de las franjas de seguridad que establece la Lei de Prevención de Incendios. El problema es que muchas de estas parcelas, situadas en el entorno de viviendas o núcleos habitados, son de propietario desconocido y, por lo tanto, de su limpieza se hace cargo de forma subsidiaria el Concello, lo que le supone no solo un desembolso económico sino también una importante movilización de recursos que no está al alcance de todos los consistorios.

Por esta razón, la Consellería de Medio Rural ha decidido realizar una exhaustiva cartografía del territorio gallego, empezando por algunas zonas piloto, para determinar a quién pertenecen las parcelas incluidas en estas franjas de seguridad de incendios. De esta manera, podrá obligar a los propietarios a limpiarlas o, al menos, pasarles la factura por los trabajos que el Concello ha acometido de forma subsidiaria.

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Siete años después de aprobarse la Lei de Prevención de Incendios -elaborada por el bipartito-, el departamento de Rosa Quintana está dispuesto a llevar a la práctica las medidas de protección contra incendios.

Esta ley establecía que el perímetro de 50 metros, en el entorno de núcleos poblados o viviendas, debe estar libre de maleza y vegetación seca y no se podrán plantar especies pirófitas como el pino o el eucalipto a menos de 30 metros de las casas.

Esta norma se encontró, sin embargo, con serias dificultades para llevarla a la práctica. En primer lugar, porque muchas de las fincas incluidas en estas franjas de seguridad son de propietario desconocido, lo que al final descarga la responsabilidad de la limpieza en los concellos. Por esta razón, hasta ahora no se persiguió con severidad su incumplimiento y, en su lugar, la Xunta estableció convenios con los ayuntamientos para ayudarles a limpiar los perímetros.

Sin embargo, ya desde el año pasado la Policía autonómica extremó los controles y multiplicó por cuatro las denuncias por no tener limpias estas parcelas. Además, uno de los objetivos recogidos en el Plan de Lucha contra Incendios para este año es que las brigadas de Medio Rural no solo investigarán al causante del fuego sino que indagarán si el propietario tenía limpio el terreno, tal y como obliga la ley, y sino es así podría ser sancionado.

La intención de Medio Rural es reducir al mínimo el riesgo de incendios cerca de núcleos poblados y, por eso, ha convertido la limpieza de las franjas de seguridad en una de sus prioridades. Además de identificar a los propietarios de fincas sin dueño conocido, organizará jornadas en los distintos ayuntamientos con los técnicos para ayudarles a planificar la limpieza de estos perímetros.