El nuevo helicóptero con radar Tráfico ya está en Galicia. Pegasus aterrizó ayer por la tarde en Alvedro, la base que tendrá en Galicia y desde donde partirá a diario para vigilar los excesos de velocidad en las carreteras de la comunidad, Castilla y León, Asturias y Cantabria. Esta nueva aeronave está operativa desde el pasado 30 de mayo, fecha en la que llegó a Valladolid, la segunda base para Pegasus en la zona norte. La previsión es que el helicóptero con radar empiece ya hoy mismo a sobrevolar la red viaria de la comunidad, en especial las carreteras secundarias. Es precisamente en este tipo de vías donde se producen el 80% de los siniestros mortales y donde la DGT ha detectado un aumento de los excesos de velocidad.

La aeronave de Tráfico que hasta ahora operaba en Galicia interceptaba todo tipo de sanciones salvo el exceso de velocidad. Las infracciones más comunes detectadas por el Abeja 23 son los adelantamientos indebidos, seguidas de las líneas continuas y cebreados, señales de prioridad y giros incorrectos. Y cada vez más habitual es el uso del telefóno móvil al volante o la falta de cinturón de seguridad. En los últimos cinco años, las denuncias del helicóptero de la DGT en Galicia se dispararon un 170% al pasar de las 302 interpuestas en 2009 a las más de 800 en 2013.

El radar Pegasus, cuyo coste rondó los 170.000 euros, actúa a una actual de hasta 1.000 pies (300 metros de altura) y a una distancia de un kilómetro. Desarrollado por una empresa canadiense y calibrado por el Centro Español de Metrología, organismo dependiente del Ministerio de Industria, el aparato de control de velocidad realiza mediciones cada tres segundos y detecta velocidades de hasta 306 kilómetros por hora. Solo una hora de vuelo de Pegasus cuesta 2.500 euros, sin contar las nóminas de la tripulación. El dispositivo estrenado en la Semana Santa del año pasado se basa en la instalación de radares MX-15, que operan con dos cámaras: una panorámica que facilita el seguimiento y la captación de velocidad; y otra de detalle, dotada de un teleobjetivo que permite leer la matrícula del vehículo infractor.

Desde que se puso en marcha el primer radar Pegasus, en marzo del año pasado, hasta el pasado 30 de mayo, se realizaron casi 500 horas de vuelo, durante las que se controlaron un total de 9.960 vehículos y fueron denunciados 1.778 conductores por pisar más de lo permitido el acelerador.

La velocidad media a la que circulaban los automovilistas sancionados era de más de 30 km/h por encima de lo establecido para la vía. Aun así, la velocidad máxima detectada en una carretera con límite de 120 km/h fue de 232. En carreteras con límite de 100 km/h se detectó un vehículo a 195 km/h y en el caso de carreteras limitadas a 90 km/h, la velocidad máxima fue de 162km/h.