Paula Prado se convirtió ayer en diana de la oposición, que en su mayoría reclamó su renuncia al acta de diputada, mientras recibía el apoyo por parte del secretario xeral del PPdeG, Alfonso Rueda.

El también conselleiro de Presidencia calificó de "perfectamente comprensibles" los motivos alegados por Prado para anunciar su adiós, decisión que plasmó en una comparecencia en solitario en la sede autonómica de los populares. Se trata del segundo rostro del partido -tradicionalmente el número 3 en jerarquía- que deja el puesto manchado por un escándalo -también los unía su verbo afilado contra la oposición que luego sufrieron en carne propia-, pues antes que Prado, Antonio Rodríguez Miranda reconoció haber cobrado gastos de desplazamiento como diputado de manera irregular. Eso sucedió en 2010, un año después de su nombramiento, y a partir de entonces restringió sus apariciones hasta que a finales de 2012 fue nombrado secretario xeral.

A pesar de todo, Prado recibió el espaldarazo de Rueda en un acto en Pontevedra. "Hasta ahora lo hizo muy bien, y ahora explicó las razones por las que cree que no puede seguir desarrollando [el trabajo de portavoz] a ese nivel. Nosotros la respetamos e insisto en que agradezco todo el trabajo que hizo hasta ahora", declaró el secretario xeral del PP.

La oposición aprovechó una renuncia que habían reclamado desde hacía meses para intensificar sus críticas. AGE y BNG exigieron a la cúpula popular que fuerce la renuncia de Prado a su escaño de diputada. La viceportavoz de la formación, Yolanda Díaz, considera su presencia en la Cámara "una burla a la ciudadanía". "El PP debe regenerar la vida pública gallega y dejarse de arreglos cosméticos", indicó antes de recordar que en el grupo popular se incluye una diputada, la coruñesa María Faraldo, "procesada por prevaricación".

Ana Pontón (BNG) también lamentó el "doble rasero" del PP por lograr el adiós de Prado a nivel interno, pero no en el Parlamento, demostrando "desprecio" por este.

Por su parte, el portavoz parlamentario del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, vinculó las dimisiones de esta semana con el viaje de Feijóo a Japón, lo que evidencia su "escapismo" ante la falta de explicaciones a la ciudadanía.