El ruido ha sucedido al varapalo electoral histórico del PSOE el 25-M. La mayoría de barones territoriales ha salido en tromba y al unísono para apostar por Susana Díaz, presidenta de Andalucía, como nueva líder del partido, mientras el diputado Eduardo Madina, el otro mirlo blanco que aspira al puesto, ha anunciado que solo dará el paso con primarias. La dirección del PSdeG guarda silencio por "coherencia", según el entorno de José Ramón Gómez Besteiro, pues el secretario xeral gallego reclamó el viernes a los candidatos "que den un paso incondicionado" y luego discutan la fórmula de elección, en la que él apuesta por "un militante, un voto", aunque para ello "debe haber candidatos". Pero dos pesos pesados del partido, sin embargo, ya han movido ficha, pues Abel Caballero y López Orozco han mostrado sus cartas: quieren a Díaz.

Valencia, Castilla-La Mancha, Valencia, Cantabria, Navarra, Aragón, Canarias y Madrid ya han apostado por Díaz, pero Galicia une su silencio al de Extremadura, Murcia o Asturias, en sintonía con su predilección por las primarias, por lo que desde el entorno de Besteiro anuncian que este no se posicionará. El líder de los socialistas ya mostró su postura hace dos días y pidió a quienes deseen pilotar el PSOE que "den un paso adelante sin condiciones", aunque Madina condiciona su candidatura a unas primarias. "El ejemplo [del modelo] a la gallega non son solo las primarias, sino la actitud de los candidatos cuando no sabíamos si las habría", declaró.

Dentro del partido existen dos consensos unánimes sobre la postura de Besteiro en este proceso. El primero, que prefiere a Díaz, con la que además mantiene una muy buena relación, frente a Madina, al que además defiende el sector pachista con la diputada Laura Seara como mascarón de proa. El segundo, que no se moverá. "Toda esta oleada de apoyos puede ser contraproducente porque parece una maniobra del aparato", apunta una fuente socialista.

El inmovilismo de Besteiro, una de las características que inquieta a sus colaboradores, según reconocen en privado, porque desconocen en ocasiones qué postura mantener ante los medios sobre algunas polémicas, se enfrentó ayer a dos tomas de posición de calado en el PSdeG. Los alcaldes de Vigo, Abel Caballero, y Lugo, Xosé López Orozco, movieron ficha a favor de Susana Díaz.

Para el regidor vigués, la presidenta de Andalucía "es la mejor optación" para liderar el PSOE, por lo que le pidió que "opte a ser la secretaria general" tras "haber demostrado su capacidad" y lograr la victoria en los comicios del 25-M con diez puntos más que el PP. Eso sí, Caballero evitó decantarse por las primarias o el congreso tradicional alegando que "siempre eligen los afiliados", bien de forma directa o delegada. "En Galicia es un modelo conocido, ya lo hicimos y miren qué bien salió", zanjó.

Orozco, por su parte, también reclamó a Díaz "un paso adelante" porque sería una "extraordinaria candidata", al tiempo que defendió un congreso ordinario en el que sean los delegados quienes elijan al secretario xeral y, posteriormente, las bases quienes designen candidato a presidir el Gobierno.

La tibieza marcó el resto de declaraciones sobre el futuro del PSOE. El portavoz socialista en Pontevedra, Antón Louro, reconoció su "mucha simpatía" por Díaz, de la que destacó su "gran capacidad política y respaldo" el 25-M, pero evitó decantarse por un nombre. "Primero hay que ver quién se posiciona y luego decidir", indicó. "La fórmula [de elección] debe respetar los estatutos, pero si hay acuerdo amplio no debe descartarse ninguna", añade.

El secretario provincial del PSdeG ourensano, Raúl Fernández, eludió posicionarse sobre los posibles aspirantes, pero defendió la "máxima de un militante, un voto", mientras la portavoz socialista en A Coruña, Mar Barcón, cree que Díaz "tiene todas las virtudes para ser secretaria general", aunque "hay que tener en cuenta la opinión de los militantes, sin "desacreditar la elección por delegación". A pesar de ello, alerta de la necesidad de reglar bien las primarias "y no como se hizo aquí".