El cierre de 2013 marcó un punto de inflexión para la economía gallega. Al menos a efectos contables, con la salida de la recesión tras el crecimiento encadenado en los dos últimos trimestres. El actual 2014 abre en esa misma senda alcista. Y con un avance idéntico a los anteriores, del 0,1%. La comunidad no acumulaba tres trimestres en signo positivo desde hace casi cuatro años, aunque los datos publicados ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) reflejan que la recuperación es todavía muy débil. De hecho, la clave de que al Producto Interior Bruto (PIB) autonómico le falte fuelle está en la debilidad del consumo privado y el gasto público, que caen otra vez un 0,3%.

De ambas dependen ocho de cada diez euros que integran la riqueza y la actividad de la autonomía. Especialmente del desembolso de los hogares y las instituciones sin ánimo de lucro, que suponen el 61% del PIB gallego. Si hay contención en el bolsillo, la economía en su conjunto se resiente mucho.

En la comparativa con el mismo periodo del pasado año, el crecimiento de Galicia escala hasta el 0,2%, "lo que no sucedía desde el cuarto trimestre de 2010", según destacan desde la Consellería de Facenda. E incluso el gasto de las administraciones es un 0,9% más alto que entonces. Pero el privado no levanta cabeza y registra un retroceso del 0,8%, que arrastra el capítulo entero del consumo final en Galicia a una caída del 0,4%. La luz viene de la formación bruta de capital, donde se recoge la inversión de las empresas y que, según los expertos, es un buen indicador para tomar la temperatura a la evolución de la economía. La diferencia respecto a diciembre es plana. En relación a marzo de 2013, el alza fue del 0,2%.

Tanto en la variación trimestral como en la interanual, la economía gallega permanece por debajo del crecimiento del país. El PIB nacional aumentó un 0,5% en relación a marzo de 2013 y un 0,4% desde diciembre. A diferencia del escenario gallego, el conjunto del Estado rompe con los números rojos en el consumo. Entre los hogares, la subida es del 0,4%. El gasto de las administraciones se dispara un 4,4%. No hay precedentes de un porcentaje así en las últimas tres décadas. Claro que la referencia para su cálculo está en lo ocurrido entre septiembre y diciembre, cuando la inversión pública se desplomó un 3,9%.

La sorprendente evolución fue tema ayer en el Congreso de los Diputados, con la oposición convencida de que la cifra evidencia el gasto aplazado por el Gobierno en el cierre del pasado año para cuadrar el techo de déficit marcado por la Comisión Europea. El ministro de Hacienda niega el retraso en el abono de facturas. "Es impensable, nunca se ha hecho porque sería una ilegalidad", apunta Cristóbal Montoro, que sostiene que se trata de un síntoma más de recuperación. El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, sí admite que el comportamiento del gasto público en el primer trimestre del año "es poco coherente con el proceso de consolidación fiscal" y da por hecho que se reducirá "sensiblemente".

Galicia y el conjunto de España sí coinciden en la penalización del sector exterior. El que hasta hace muy poco era el motor del PIB. La aportación de las exportaciones descendió un 1,8%, mientras que las importaciones cayeron un 0,2%. Una enorme diferencia que arroja un saldo negativo del negocio internacional que también tiene mucho que ver en que la mejora de la economía de la región sea tan tímida. El recorte en todo el Estado fue del 0,4% en la exportación, frente al incremento del 1,5% en las importaciones.

¿Y cuáles son los sectores que mejor comportamiento están teniendo en Galicia? Los servicios son los únicos que se anotan tasas positivas el primer trimestre, de un 0,8%, gracias a la fuerza del comercio, transporte y hostelería (1,8%), información y comunicaciones (2,6%), actividades financieras y de seguros (3,4%) y negocios artísticos y recreativos (0,9%). En la variación interanual, el sector experimenta una subida del 1,8%. Por el contrario, la industria y la construcción se dejan entre enero y marzo descensos del 1,7% y el 0,8%, respectivamente, en comparación con diciembre; y del 2,7% y el 3,5% en relación al primer trimestre de 2013.

Ahí están también los golpes más duros al empleo. El recorte en industria es del 2,1% y del 3,6% en el ladrillo, que, junto con la bajada del 5,5% en agricultura, ganadería y pesca, arrastran un descenso anual en los trabajadores remunerados en Galicia del 1,6%.