"Un tibio olor de tufillo de ilegalidad" percibió en junio del año pasado el fiscal jefe del TSXG, Carlos Varela, al recibir una denuncia sobre supuestas irregularidades en las contrataciones del ayuntamiento de Porriño, y así se lo hizo constar al fiscal de Vigo al que le pasó la documentación para su estudio.

"Los papeles recibidos en este despacho no me competen. Te los remito por cuanto al examinarlos considero que una sola empresa IMPI esté facturando mensualmente varios miles de euros ... con facturas en las que no se expresan los conceptos, carencia de asignación presupuestaria, ... y todo ello con notas de reparo del interventor, presenta un tibio olor de tufillo de ilegalidad", escribía Carlos Varela.