La Consellería de Medio Rural ha identificado 79 parroquias de alta actividad incendiaria sobre las que aplicará medidas extraordinarias de prevención de fuegos forestales. En estos núcleos se intensificará la vigilancia y se reforzará la investigación sobre las posibles causas de los incendios. Pero además la Xunta ejercerá un control "exhaustivo" sobre las ayudas públicas al sector agrario y forestal concedidas en estas parroquias.

Es la primera vez que Medio Rural identifica las parroquias de Galicia con más actividad incendiaria. Hasta ahora el Pladiga se limitaba a recoger un mapa con las zonas de alto riesgo de incendios basándose en factores como la climatología.

En su nueva planificación Medio Rural cataloga como parroquias con alta actividad incendiaria a aquellas que han registrado una media anual de siete o más incendios en los últimos cinco años o bien han sufrido esta lacra con gran virulencia, es decir que tuvieron dos o más fuegos de más de 200 hectáreas en los últimos diez años.

Según esta clasificación, la provincia con más núcleos con alta actividad incendiaria es Ourense -48 parroquias ubicadas en 30 concellos-, seguida de Pontevedra, con 17 parroquias en 4 municipios. En A Coruña se ubican 13 localidades pertenecientes a 11 ayuntamientos y en Lugo solo hay una parroquia.

La localidad con mayor número de incendios es la de O Pereiro, en el concello ourensano de A Mezquita, con 121 fuegos registrados en los últimos cinco años. Sin embargo, donde se quemó más superficie es en Pedre (Cerdedo), en la provincia de Pontevedra.

El ayuntamiento gallego con mayor número de parroquias con alta actividad incendiaria es A Gudiña (Ourense), con un total de seis, seguida de A Mezquita, en la misma provincia, y que concentra cinco localidades.

En la provincia de Pontevedra los concellos de Dozón, Arbo y As Neves tienen cada uno dos parroquias afectadas. El mayor número de fuegos se registra en Pontellas (Porriño).