Galicia, tradicional granero de votos del PP, ha sucumbido al igual que el resto de las comunidades ante la desafección de los ciudadanos hacia los dos grandes partidos mayoritarios y el castigo hacia las políticas de recortes aplicadas por los gobiernos populares. No hubo efecto Feijóo. Pese a ser uno de los líderes mejor valorados en el partido y con más proyección, su gestión al frente de la Xunta no ha servido para atenuar la caída. Los apoyos del PPdeG se han reducido al nivel más bajo desde 1989. Y tampoco sale bien parada si se compara con otras comunidades. Ha sido la octava autonomía con mayor caída en el porcentaje de apoyos con respecto a las últimas europeas de 2009.

Si entonces obtenía el 50 por ciento de los votos, en los comicios del domingo su respaldo se desplomó hasta el 35 por ciento, quince puntos menos. Solo en Murcia, Valencia, Madrid, Asturias, Baleares, Cantabria y Canarias fue más dura la caída que en Galicia.

Aún así, desde el PPdeG destacan el lado positivo. Su descenso electoral es un punto inferior al registrado en el conjunto del Estado por los populares (que pasó del 42 por ciento de los votos al 26 por ciento). Y además Galicia sigue situándose entre el grupo de comunidades donde los populares tienen mayor peso electoral. De hecho, es la sexta autonomía donde este partido obtuvo más respaldo. Solo la superaron Castilla La Mancha, Castilla y León, Extremadura, La Rioja y Murcia. En la pérdida de votos que ha sufrido el PP a nivel nacional Galicia ha conseguido además escalar una posición puesto que en 2009 ocupaba el séptimo lugar como la autonomía donde los populares obtuvieron mejores resultados.

Éste es el paliativo a una pérdida de más de 216.000 votos con respecto a las últimas europeas de 2009. Aunque desde la Xunta los populares han hecho bandera de la imagen de solvencia económica de la comunidad autónoma y Feijóo mantiene una buena imagen dentro del partido, el PPdeG no se ha quedado al margen del descalabro electoral de su partido a nivel nacional y ha obtenido los peores resultados en las urnas de los últimos veinticinco años.

¿Y cómo explica el PPdeG esta pérdida de apoyos electorales? El presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, atribuyó el domingo parte de su descenso electoral a abstención y a la irrupción de Podemos como cuarta fuerza política en Galicia. Pero la razón no es que esta nueva formación de izquierdas arrebatase votantes al PP. Fuentes populares, creen que Podemos capitalizó el voto de los jóvenes indignados y logró movilizarlos para que acudieran a las urnas, mientras que los votantes populares optaron por quedarse en casa.

Los escándalos de corrupción en Galicia han contribuido a que muchos de sus fieles no acudieran a las urnas y así se refleja en los resultados electorales por ciudades. Sus mayores pérdidas de votos las ha sufrido en Santiago (40,4 por ciento menos de apoyos), salpicada por la Pokemon y con siete de sus concejales imputados, y en A Coruña (con una caída del 39,9 por ciento), donde el gobierno de Carlos Negreira también está siendo investigado por la juez Pilar de Lara.