El juicio a doce independentistas acusados por los altercados que se produjeron en la manifestación de Galicia Bilingüe de febrero de 2009 prosiguió ayer con la declaración de casi una veintena de miembros de las Fuerzas de Seguridad, en su mayoría policías nacionales, citados por el Ministerio Fiscal. El primero de los agentes que declaró explicó que días antes de la convocatoria preveían ya la posibilidad de que se produjeran incidentes dado que existía, señalaron, "un tono previo de amenaza" por parte de grupos "opuestos" a la asociación presidida por Gloria Lago que habían organizado lo que denominaron una "contramanifestación".

Otro de ellos, que actuó como jefe del dispositivo aquel día, reiteró esta idea: que podía haber grupos "contrarios que pudieran interrumpir la manifestación". Él mismo explicó que "en el desarrollo" de la convocatoria se produjeron "momentos de tensión" cuando lo que definió como "un grupo de infiltrados" entre quienes apoyaban la marcha de Galicia Bilingüe intentó "arrancar la pancarta" de quienes la llevaban. "Pasamos un momento de tensión y de miedo porque no sabíamos de las 7.000 personas que había cuántas eran de un lado y cuántas del otro", reconoció.

El primero de los policías que declaró aseguró que los "desórdenes públicos fueron provocados en todo momento por el grupo que está aquí", en alusión a la sala del juicio, aunque la defensa de dos de los procesados aseguró tras la vista que pedirá la libre absolución de sus clientes, de los que defiende la inocencia. A todos los procesados, para los que el fiscal pide 45 años de cárcel, se les imputa, al menos, un delito de desorden público, que, a su juicio, tiene que ser "individualizado, a personas concretas en casos concretos, cuando aquí se trata de hechos aislados entre sí". Para este abogado "hay un grado de incertidumbre con el que no se pueden declarar responsabilidades penales".

Las declaraciones de los agentes, que mencionaron "lanzamiento de botellas" o "piedras", aparte de "insultos, se centraron en cuatro episodios: quemas de contenedores en San Lázaro y San Roque y agresiones a los agentes en la Praza da Quintana y en Porta Faxeira. Respecto al primer caso relataron la detención de dos de los procesados, aunque uno de los agentes que les arrestó, que explicó que eran conocidos "como miembros de las organizaciones que convocaban los actos contra Galicia Bilingüe", no pudo "llegar a comprobar" si habían participado en actos "violentos" en la "contramanifestación".

En San Roque, donde aseguran que un grupo de personas golpeaba marquesinas y establecimientos, detuvieron a tres de los procesados, mientras en A Quintana se habrían producido, afirman, agresiones a policías y su vehículo. Otro agente aludió a que en Porta Faxeira recibió una patada "por la espalda" de otro.