El sindicato CIG-Saúde denunció ayer que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) cerrará durante 120 días del período estival más de 1.200 camas hospitalarias lo que, a su juicio, "provocará problemas asistenciales" como "la paralización de la actividad quirúrgica" y "el incremento de las listas de espera".

A esta situación, la central nacionalista suma problemas como la saturación de los servicios de urgencia y una presión sobre los centros hospitalarios y sobre el propio personal sanitario "para reducir tanto el número de ingresos como el tiempo de estancia media de hospitalización". Según los últimos datos de la Consellería de Sanidade, más de la mitad de las intervenciones quirúrgicas no requieren hospitalización. El departamento dirigido por Rocío Mosquera declinó dar su versión sobre los datos revelados por CIG tras ser cuestionado por este diario.

La secretaria nacional de CIG-Saúde, María Xosé Abuín, declaró ayer que "en vez de priorizar la salud de los gallegos, sus necesidades de atención sanitaria y la necesaria calidad asistencial para los pacientes, el Sergas prioriza el ahorro que se añade a los recortes presupuestarios". "Si no hay actividad, no hay gasto y esa es una de las máximas de este gobierno", criticó.

Abuín considera que esta medida "provocará inevitablemente el incremento del sufrimiento de las personas frente a la enfermedad, al retrasar el acceso a las prestaciones sanitarias". "Cierran camas para no contratar personal eventual en verano, un verano que dura, para la consellería, cuatro meses y en el que cada año se incrementa más el número de camas cerradas", lamenta.

Según los datos facilitados por CIG-Saúde, el número camas cerradas en 2010 fue de 588 y al año siguiente subieron a 670, mientras que en 2012 hubo un nuevo incremento hasta las 787. En 2013 se elevaron a 1.105 y este año, advierte el sindicato, "llegan a las 1.200".

Sanidade, sin embargo, cifró el pasado año en 932 las camas que dejaron de estar disponibles durante los meses de verano, lo que equivale al 13% del total, si bien el reparto no fue igual para todos los centros hospitalarios. Pontevedra y Lugo, con un porcentaje del 17%, fueron las provincias más afectadas.

En 2009, año en que el PP de Alberto Núñez Feijóo relevó al bipartito el cierre de camas afectó a 454 camas.