El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha protagonizado este miércoles un bronco debate con el exministro de Justicia socialista Francisco Caamaño en torno a la supresión de los partidos judiciales y que ha finalizado con el compromiso del dirigente autonómico de "hacer lo posible" para que las siete ciudades gallegas mantengan sus tribunales de instancia.

Si bien la interpelación al también conselleiro de Presidencia corrió a cargo de la diputada del PSdeG Beatriz Sestayo, las constantes alusiones al anterior responsable de Justicia a nivel estatal motivaron que la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, permitiese a Caamaño tomar la palabra para defenderse.

Y es que Rueda basó su respuesta a la ferrolana en el libro blanco sobre la modernización de la Justicia que se elaboró durante la etapa de Caamaño en el ministerio, en el que se recogía la necesidad de "superar" el vigente mapa judicial, para señalar las "contradicciones" de los socialistas y cargar contra su "cinismo".

Pero, pese al "bastante acuerdo" que detectó entre PP y PSOE con respecto a este asunto dejando al margen la "escandalosa hipocresía" de los socialistas, dejó claro que la Xunta "no" acepta un modelo únicamente provincial, sino que aspira a que las siete ciudades gallegas puedan mantener su estructura judicial.

"Frente al planteamiento del señor Caamaño, que decía que los partidos judiciales eran algo caduco, nosotros creemos que la actividad judicial se debe mantener en una parte muy importante del territorio", defendió el vicepresidente, partidario de aprovechar "la flexibilidad" que el anteproyecto ofrece.

Alegaciones de la Xunta

Dicho esto, avanzó que la Xunta hablará "con todo el mundo" del ámbito judicial para demandar al Gobierno que tenga en cuenta características propias de Galicia como "la dispersión poblacional, la distancia, la carga de trabajo, el tiempo de desplazamiento...".

Es más, añadió que la dispersión de la población gallega podría hacer necesario "mantener algún partido judicial" y "probablemente, mantener la actividad judicial en todos". Por tanto, concluyó que debe "mantenerse donde sea necesario" en lugar de "decir tan alegremente" que el modelo actual hay que "barrerlo de un plumazo".

"Haremos lo posible para que en las siete ciudades se mantengan los tribunales de instancia y para que la organización judicial se atenga a nuestras especificidades", remató, y agregó que también demandarán al Estado "una memoria económica" para afrontar el gasto que supondrá la reforma.

"Indocumentado y mentiroso"

Escuchado esto, Sestayo tildó de "indocumentado, mentiroso o ambas cosas" al vicepresidente por no diferenciar entre "superación" y "supresión" de los partidos judiciales y le recordó que el Gobierno liderado por José Luis Rodríguez Zapatero no llevó a cabo "ninguna modificación" en ese sentido.

"La reforma judicial que los quiere suprimir tiene un nombre: Gallardón, y parece que también Rueda", sentenció, y recomendó a los populares "tomar nota y aprender" del paso de Caamaño por el Ministerio de Justicia dada la oposición de "todos los profesionales del Derecho" contra el actual titular de esta cartera.

"No juegue con la honra de las personas"

Y, a la vista de que la segunda intervención de Alfonso Rueda transcurrió de igual forma, entre alusiones a la gestión del socialista ceense, éste pidió la palabra para "clarificar" la situación y para que "los gallegos sepan con quién tratan". "Nunca pensé decir esto a un vicepresidente", lamentó.

Así, detalló que la Ley de registros civiles había sido pactada con el PP pese a que ahora intenta modificarla para "adjudicar" estos órganos a registradores y notarios y leyó un artículo del texto normativo que entró en el Congreso --y que no llegó a aprobarse por el adelanto electoral-- que imponía la creación de "un tribunal de instancia" en cada capital de partido judicial.

"Yo soy el autor intelectual de los tribunales de instancia, no de la supresión de los partidos judiciales", sostuvo, antes de espetar a Rueda: "No juegue con la honra de las personas; no se lo voy a permitir".

Bronca entre Puy y la presidenta

Tras esta exposición la presidenta concedió la réplica al vicepresidente, y Rueda aprovechó para leer declaraciones de Caamaño sobre que "en ningún país" el registro civil "está en manos de los jueces" y para insistir en que el socialista "tenía en la cabeza" la supresión de los partidos judiciales.

La concesión de la palabra de nuevo a Caamaño provocó el enfado de la bancada popular con la presidenta y su portavoz, Pedro Puy, visiblemente molesto, llegó a amagar con abandonar su escaño tras discutir de forma airada su interpretación del Reglamento de la Cámara.

Y es que, si bien la presidenta alegó que los miembros del Gobierno siempre tienen derecho a intervenir en cualquier debate, Puy Fraga defendía que los turnos por alusiones no dan lugar a debate y, por ello, no cabría un segundo turno de palabra para el socialista.

Sin embargo, Rojo permitió a Caamaño explicar que la Ley de registro civil deja en manos "de la administración y no de la justicia" la competencia sobre los registros civiles. Y, en cuanto al mapa judicial, aclaró que los juzgados de instancia suponen la unificación de los distintos juzgados con el número de jueces que precisen.

Incorporación de las ciudades

Concluida esta interpelación, Rueda hubo de responder a dos preguntas de PPdeG y BNG sobre la misma cuestión y de escuchar la incredulidad de la diputada nacionalista Tereixa Paz sobre que "una ley orgánica" fije que habrá un partido judicial por provincia "menos en Galicia, que se atenderá a sus especificidades".

Por ello, ha instado al vicepresidente a "aplicar" el artículo 20.2 del Estatuto de Autonomía de Galicia, que establece que es competencia de la comunidad "fijar la delimitación de las demarcaciones territoriales de los órganos jurisdiccionales en Galicia".

Sin embargo, Rueda mantuvo la necesidad de "modernizar" la Administración de Justicia y ha celebrado que el Gobierno tome "medidas valientes" aunque a la Xunta "no" le gusten ciertos aspectos de la reforma.

Finalmente, la portavoz popular, Paula Prado, sacó a colación unas palabras de Caamaño en Ourense en las que admitía que a "muchos" les molestaría la supresión de partidos judiciales.

"La conclusión es que cuando Caamaño hablaba no había que tomarlo en serio, lo importante era lo que decían después las leyes y sus declaraciones públicas eran para que se las llevara el viento", finalizó Rueda.