El caso Prestige se ha estancado, una vez más, en su larga travesía judicial. Cinco meses después de que la Audiencia de A Coruña dictase sentencia -absolvió a los tres únicos imputados por la mayor catástrofe medioambiental en aguas de Europa-, el plazo para recurrir ante el Tribunal Supremo todavía no se ha abierto. ¿El motivo? La imposibilidad de entregar en persona al capitán del petrolero, el griego Apostolos Mangouras, el fallo que lo exime de prisión y del pago de daños .

Sin esta notificación -que la ley exige que ha de ser "en persona"- el proceso permanece bloqueado y retrasa aún más la resolución de un caso con cuyo sumario, el más prolijo de la historia judicial gallega, tuvo que lidiar durante nueve años el pequeño juzgado de Corcubión. Después vino el juicio, que arrancó en octubre de 2012 y que tras casi ocho meses de sesiones y declaraciones de 200 testigos y peritos, el tribunal de A Coruña, presidido por Juan Luis Pía, dictó una sentencia sin culpables.

Mientras Mangouras no reciba el fallo, las partes no podrán presentar ante el Supremo los recursos de casación para intentar dar la vuelta a la sentencia. Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y de la Fiscalía aseguran que esta última notificación pendiente de entregar está en vías de solución, aunque de no lograrse en breve la Audiencia Provincial tendrá que estudiar otras medidas para evitar que esta situación retrase aún más el calendario del caso Prestige. "A estas alturas ya tendría que haber dictaminado el Supremo", lamenta el fiscal de Medio Ambiente en Galicia, Álvaro García Ortiz, tras los sucesivos retrasos en el proceso. No obstante, advierte de que en el caso de la dilación en la notificación, no es responsabilidad del tribunal ya que los intentos para entregar a Mangouras la sentencia han sido hasta el momento fallidos.

El plazo inicial fijado por el tribunal de A Coruña para que las partes anunciasen su intención de acudir al Supremo era hasta el 20 de noviembre -siete días después de hacer pública la sentencia-. Pero llegada esa fecha, la Sección Primera de la Audiencia de A Coruña acordó que empezase a contar el plazo para anuncia el recurso de casación a partir del momento en que el fallo fuese notificado a todos los acusados, que entonces estimaba en al menos 40 días.

Este nuevo plazo respondía, según explicaba el TSXG, a que dos de los acusados -Mangouras y su jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos- residen en Grecia y la sentencia, traducida al griego, les sería remitida por comisión rogatoria. Sin embargo, cuando se cumplen cinco meses de la lectura del fallo en A Coruña, al tribunal le ha resultado imposible la notificación del fallo al capitán del petrolero. "No queda otra que esperar e insistir. Cuando hay comisiones rogatorias de por medio es normal este tipo de retrasos", reconocen abogados personados en la causa.

Una vez entregado el fallo a la parte que falta se abrirá un plazo de un mes para que los abogados que anunciaron que interpondrían un recurso ante el Supremo, entre ellos la defensa de Mangouras, así como Abogacía del Estado, Fiscalía, Xunta, Nunca Máis y el Gobierno francés, hagan la presentación del escrito. Si finalmente el alto tribunal admite a trámite los recursos contra la sentencia absolutoria, habrá que esperar al menos un año -según estimaciones del Ministerio fiscal- para tener una resolución. Y en función del auto que dicte, se abrirá la vía civil para las partes que no estén conformes y poder reclamar las indemnizaciones correspondientes. Y en lo civil, según apuntó el presidente del TSXG, Miguel Ángel Cadenas, en una entrevista la semana pasada con este periódico "las reclamaciones son muy complejas".