Pese a las importantes diferencias entre la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el sector de las renovables respecto a la estimación sobre el impacto real de la reforma energética en sus ingresos, ambas partes sí coinciden en que ni todas lo sufrirán por igual ni tampoco el golpe es homogéneo dentro de las tecnologías porque, entre otros factores, la propuesta de orden que regula los pagos penaliza aquellas plantas más antiguas. El superregulador reparte los aproximadamente 1.700 millones de euros del descenso -los implicados lo elevan al doble- entre los 600 que dejará de percibir la eólica, 400 la fotovoltaica y entre 150 y 200 millones cada una del resto de fuentes. Es decir, solar, termoeléctrica, cogeneración, tratamiento de residuos e hidráulica. Pero en términos relativos, en función de lo que recibían hasta ahora, los palos más duros, según la CNMC, están en las pequeñas centrales de aprovechamiento del agua y los aerogeneradores. Las dos fuentes fundamentales del sector eléctrico gallego.

De hecho, el organismo supervisor habla expresamente de un impacto "muy severo" en el caso de la hidráulica, "que perdería entre el 50% y el 90% de su retribución anterior". Galicia cuenta con casi 500 megavatios (MW) de potencia en hidráulica bonificada, una cuarta parte del total nacional y de donde vino el 13% de la electricidad de la comunidad bajo el antiguo régimen especial, el que tenía opción de una remuneración a mayores sobre la venta de la producción en el mercado.

La eólica afronta una caída cercana, como apunta la CNMC, a la tercera parte. Son 3.353 MW en parques en funcionamiento en la región -el 15% de los que hay en España-, que el pasado 2013 generaron un récord histórico de 9.550 gigavatios hora (Gwh). Los anteriores a 2005 solo obtendrán lo que el mercado les pague.

Ninguna de las dos tecnologías queda bien parada en la posibilidad "excepcional" que la reforma energética brinda para cobrar la llamada "retribución específica". A lo que recientemente los responsables de la Consellería de Economía e Industria se agarraban en el Parlamento para asegurar la rentabilidad de la actividad, incluida la eólica del futuro adjudicada en el concurso autonómico, dada la mejor calidad del viento en comparación con otros territorios. El informe del superregulador sostiene que más de una tercera parte de los parques operativos y hasta el 85% de la hidráulica se quedan fuera de esta opción.

En el listado de damnificados figura también otra de las patas del mix de generación eléctrica de Galicia y por la que la Xunta intenta acordar cambios con el Ministerio de Industria. La cogeneración, en la que casi todas las grandes fábricas gallegas tienen un extra para ahorrar en la factura energética y que alimenta la caja de Sogama. En torno al 70% pierden, afirma la CNMC, una retribución por su inversión acumulada y, pese a que mantienen un plus en sus cobros, su importe es "significativamente inferior a la retribución actual". "Estas instalaciones (junto a las de tratamiento de residuos) se dan en gran medida por amortizadas", señala el organismo.

"Equidad"

La Asociación Empresarial Eólica se apura a criticar las "inexactitudes" de los cálculos de la CNMC para los promotores del viento por no tener en cuenta los recortes en los complementos. La patronal asegura que la caída de ingresos es del doble, de 1.200 millones, en función de lo que les correspondería el pasado 2013. Ante las "desproporcionadas penalizaciones" exigen "igualdad de trato y equidad".

"El sistema no podría soportarlo", aseguraba ayer el ministro de Industria para justificar la reforma de la retribución al sector. José Manuel Soria afirma que su apuesta por las energías renovables es "clara", aunque "ajustando el nivel de incentivos". "No hay que verlo en términos de cuánto dinero pierden, sino de cuánto dinero de menos vamos a pagar los españoles en el recibo de la luz como consecuencia de que esos incentivos son menores", indica.