Galicia se ha convertido en la primera comunidad con una ley en contra de la discriminación del colectivo homosexual, transexual, bisexual e intersexual. El Parlamento aprobó ayer un texto con el apoyo de PP, PSOE y BNG, mientras que AGE y el grupo mixto se desmarcaron por la retirada del proyecto original de las sanciones previstas para los comportamientos que vulnerasen los derechos de aquellos.

Hasta el momento, solo el tripartito catalán había impulsado un plan similar a esta norma, pero fue tumbado por CiU cuando alcanzó la Generalitat. También el Gobierno central de Zapatero había elaborado una ley contra la discriminación, centrada en la igualdad entre hombres y mujeres, pero esta se quedó en el cajón tras la convocatoria electoral de 2011. Galicia, por tanto, abre una espita nueva, si bien Valencia ya ha registrado un texto similar.

La nueva Lei pola non discriminación de lesbianas, gais, transexuais, bisexuais e intersexuais en Galicia, que el colectivo 7 Cores -vinculado al PSdeG- llevó a la Cámara en 2012, si bien su registro se produjo el año pasado, incorpora como definición de familia tanto el matrimonio como la unión de personas del mismo o distinto sexo, así como los núcleos monoparentales. También establece la "obligación de garantizar el principio de igualdad de trato y de no discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género", al tiempo que faculta al Valedor do Pobo como garante del cumplimiento de la misma y opta por crear unidades de apoyo en los ayuntamientos para este colectivo, entre otras medidas.

La suma del PP al texto supuso la eliminación de algunos preceptos del proyecto original, como sanciones de entre 150 y 500.000 euros o la inversión de la carga de prueba para que el demandado demostrase que no había incurrido en una discriminación. Por contra, se añadió la obligatoriedad de que la Xunta presente un informe de seguimiento cada tres años y se incluyó al colectivo intersexual en el articulado.

La diputada socialista Carmen Gallego proclamó que, "a pesar de lo que ha quedado en el camino", la nueva normativa, que entrará en vigor en un mes, "será de todos" y permitirá "romper armarios que tanto sufrimiento causan". A su entusiasmo se unió la popular Marta Rodríguez-Vispo, que calificó de "hito histórico" la decisión de la Cámara para situar a Galicia "como la primera comunidad" con una ley de estas características.

Carme Adán (BNG), que se rodeó de la bandera gay tras pedirle la presidencia de la Cámara que la retirase del estrado, defendió la nueva regulación, pero lamentó que sea "imperfecta" y haya dejado flecos por el camino, al tiempo que aprovechó para reclamar al PP que opte por una actitud similar de acercamiento a la oposición en la tramitación de la nueva regulación del aborto.

AGE se mostró como el grupo más crítico. Eva Solla denunció que la ley no introduce "ninguna obligación" a la Xunta ni sanciones. "Es una ley solo para los titulares de los periódicos", sentenció. Carmen Iglesias, del grupo mixto, se unió a sus críticas a un texto "vacío de contenido".