La artista gallega Cristina Pato, afincada en Estados Unidos desde hace unos años para combinar su carrera como gaiteira, pianista y docente, forma parte del equipo de la Administración Obama para integrar al alumnado de las escuelas ubicadas en zonas conflictivas de USA a través de la música y de las artes. El Gobierno estadounidense empezó este proyecto en ocho colegios para reconducir el futuro de áreas desfavorecidas con un equipo de profesores artísticos, entre los que se encuentra la música ourensana.

"Tras tres años de trabajo, con el objetivo de que los chavales a través de las artes sean capaces de redespertar sus pasiones, se ven los primeros resultados. Un ejemplo muy bonito es el de una escuela de Massachusetts en el que el director decidió cambiar los arcos de seguridad, que hasta ese momento se consideraban necesarios, por profesores de arte; desde música hasta teatro, cultura y danza. En cuestión de dos años no solo se transformó la escuela sino que también se notó en el barrio", cuenta Cristina Pato, colaboradora docente en Harvard, que se encuentra estos días en Galicia para dirigir las jornadas Galician Connection. Se inauguran hoy en la Ciudad de la Cultura y pretenden ser un vínculo entre artistas de distintas disciplinas, profesores y sociedad. Bajo la idea, en esta edición, del rol de las artes en la Educación, Pato apunta que intentará trasladar su experiencia en proyectos educativos e integradores en Estados Unidos a la realidad gallega, aprovechando también para fomentar el "emprendimiento cultural" entre los participantes.

El proyecto integrador puesto en marcha por la Administración Obama a través del Comité de las Artes y las Humanidades se llama Tournaround Arts y, según Pato, estará presente este fin de semana en Compostela, en las jornadas Educa. Otro capítulo de este proyecto de integración se centra en una reserva de indios cheyenne de Montana. "Me iré la próxima semana a trabajar allí. Son jóvenes que no lo tienen fácil por el contexto socioeconómico y el entorno. Ver cómo se les enciende esa chispa en los ojos con la música es genial. Las artes pueden despertar muchas emociones y cambiar actitudes", cuenta Pato, quien define la música en este caso como un lenguaje más. "No todos nos expresamos igual y hay muchos tipos de inteligencia; la musical es una de ellas. Se trata de dar a los chavales una vía más de expresión, a veces mediante la música uno se expresa mejor que con el habla y en eso consiste, en darles un instrumento poderoso para expresarse y transmitir sus emociones". Además, Cristina Pato, cuyo último disco se llama Migrations, está involucrada en otro proyecto desde hace tiempo: el Silk Road Project, que ocupa buena parte de su tiempo en Estados Unidos y viajes a India o China. Este trabajo, basado en una caravana de músicos, pretende integrar las artes en la educación, en general, en los colegios del sistema educativo de Nueva York. Pato está vinculada a la Universidad de Harvard, en proyectos artísticos y como colaboradora docente.