La "Pokemon" volvió a manchar el pleno municipal de A Coruña con tensión, ataques y descalificaciones. Los interrogantes que la trama Pokemon genera en la oposición herculina no encontraron ayer respuesta en el máximo responsable del equipo de Gobierno local, Carlos Negreira, quien optó por el silencio absoluto para evitar contestar en el pleno municipal siete preguntas dirigidas expresamente a él sobre las conversaciones que desvelan las grabaciones ordenadas por la juez que instruye el caso. El alcalde no solo no respondió sino que encomendó todas las contestaciones a tres concejales, quienes no aclararon las dudas planteadas en tres preguntas orales de Esquerda Unida, tres del BNG y una del PSOE sobre la Pokemon. En una de las respuestas el edil de Servicios Sociales, Miguel Lorenzo incluso reprodujo declaraciones que el propio Negreira hizo hace semanas sobre la tolerancia cero con los actos delictivos. El concejal recordó que la instrucción contiene hechos no probados que "no vale enjuiciar con conjeturas" y cuestionó a continuación las actuaciones de Pilar de Lara. "La democracia no puede estar secuestrada por una juez de instrucción", resaltó.

Tanto Lorenzo como otro miembro del Ejecutivo local, Rosa Gallego, insistieron una vez más en que el caso está todavía en fase de instrucción, argumento con el que solicitaron no formular acusaciones de haber cometido delito ni llegar a conclusiones basadas en "conjeturas y conversaciones sesgadas que afectan a personas que no están imputadas". La edil reclamó "respeto para los implicados" poco después de que su compañero comentase que la juez De Lara no trata a la democracia con el mismo respeto.

La Pokemon también suscitó un tenso enfrentamiento entre el alcalde y el portavoz de EU, César Santiso, cuando este reprodujo en dos ocasiones y a través de un teléfono móvil junto a su micrófono cuatro fragmentos de las grabaciones, una de ellas en la que se escucha al portavoz municipal, Julio Flores, imputado en la causa, pidiendo la contratación de personas en las empresas del grupo Vendex. Santiso, que había preguntado a Negreira si reconocía a Flores en la grabación, grabación en la que el propio Flores no reconoció ante la juez su voz, y cómo valoraba su actuación, optó por difundir el audio después de no recibir respuesta.

El alcalde le pidió primero que hablase y no conectase la grabación, a lo que el portavoz de EU se negó. Después le hizo dos advertencias por su comportamiento y le reprochó que acumulase cinco meses sin formular propuestas en el pleno. "No puede hacer lo que hace. No está haciendo uso de la palabra", le dijo Negreira. "Si lo estoy, lo que digo está aquí, es importante", replicó Santiso. "Está saltándose la regulación de plenos", le avisó el regidor. "¿Puede callarse, que no se oye?", le instó el concejal al alcalde mientras este hablaba tratando de impedir que se escuchase la grabación.

EU preguntó a Negreira si reconocía a su mano derecha en las conversaciones grabadas, momento en el que el propio Flores pidió permiso para salir del salón de plenos, del que no volvió hasta que acabó el turno de Santiso; también preguntó si consideraba mala praxis las actuaciones del personal de confianza de la concejal de Cultura; y si creía justificable, "como Mar Barcón", la portavoz del PSOE, que un cargo público pidiese empleo para su hermana a una empresa que contrata el Concello. Respondió en su lugar Julio Flores, quien denunció la estrategia de EU " carroñero". "Deja que otros hagan el trabajo para sobrevolar después las migajas", aseguró para luego rematar: "Un buitre sería un trabajador esforzado a su lado".

El BNG quiso saber si el alcalde conocía los comportamientos de sus concejales recogidos en las grabaciones tras descubrirse parte del sumario de la Pokemon, así como los asuntos que trató Negreira con directivos de Aquagest y Ángel Espadas, ex jefe de gabinete del anterior alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa.

El PSOE tocó de refilón la Pokemon al preguntar José Nogueira al alcalde si reconocía "la contratación irregular" de los trajes de figurantes de las cabalgatas de Reyes de 2011 y 2012 "tal y como ya ha admitido su edil de fiestas". En la respuesta, Rosa Gallego le recordó a Nogueira, concejal también imputado en el caso, que él no era "el más indicado" para pedir explicaciones después de que dos miembros de su propio grupo le pidiesen su dimisión recientemente.

El PP entró en el salón plenario con sus concejales juntos en una piña.