Al poco de conocerse el desarrollo de la operación Patos y la detención de dos sus trabajadores -el delegado territorial para Galicia y Asturias, Alfonso Clemente González, y un técnico-, la empresa Cespa emitió un comunicado en el que advierte que será "inmediatamente separado" de la misma "en caso de que se confirme que algún profesional de la compañía no ha actuado respetando escrupulosamente las normas internas".

Cespa señala que "se pone a disposición de la investigación" y subraya que "confía en la acción de la Justicia". "Y es el primer interesado en un esclarecimiento rápido de los hechos", destacó.

Aclara que su Código de Ética Empresarial "prohíbe a directivos y empleados sobornos a autoridades y funcionarios públicos, dar a terceros o recibir de terceros pagos indebidos de cualquier tipo" y manifiesta que la compañía "practica una política de tolerancia cero" en esta materia. De hecho, también precisa que si encuentra algún comportamiento que se aparte de estos principios, pondrán los hechos en conocimiento del juzgado vigués que instruye las diligencias.

Viaje relámpago

Nada más destaparse la investigación, el director de Ferrovial -propietaria de Cespa-, Andoni Manso, se desplazó ayer en un viaje relámpago a A Coruña para mantener una reunión con los gerentes de zona con el objeto de analizar las consecuencias de la operación policial.

Junto con el responsable territorial de Cespa en Galicia, también fue detenido un trabajador que estaba a sus órdenes. Uno de los dos estuvo presente ayer en el registro que se realizó en los locales de la empresa en Santiago de Compostela. El gerente de Cespa detenido se incorporó a la compañía hace unos años procedente de otro sector profesional.