La juez que instruye el caso Pokemon, Pilar de Lara, cree que se podría haber producido una "filtración en proceso judicial" a la cúpula del PP de Santiago a través del hermano de la actual portavoz del partido a nivel autonómico, Paula Prado, que llega a reconocer en una conversación interceptada por los investigadores que podrían lograr "de primera mano" información "de temas judiciales" vinculados a la gestión municipal a través de su hermano, el abogado Luciano Prado. Este informa al asesor del entonces alcalde de que la policía ha pinchado teléfonos móviles en la ciudad y que se prepara una querella contra tres ediles.

Las escuchas telefónicas de la operación Pokemon, que analiza una supuesta trama de pago de sobornos y enchufes a políticos y funcionarios a cambio de concesiones municipales, han abierto múltiples ramificaciones al margen de ese caso. Una se refiere al conocimiento del PP de las investigaciones judiciales en Santiago.

En un auto de mayo de 2012, la juez se refiere a la "supuesta filtración en proceso judicial" a través de una conversación el 18 de abril entre Luciano Prado y Ángel Espadas, exconcejal popular en Compostela y asesor del entonces alcalde Gerardo Conde Roa, que anunció su dimisión un día antes al ser investigado por fraude.

Prado, hermano de la entonces edil en Santiago, informa a Espadas de que "tiene problemas" en forma de querella contra las concejalas del PP -María Pardo, Cecilia Sierra y "la otra", alusión que los investigadores creen que se refiere a Reyes Leis-, por una "licencia de aparcamiento". "Es un capricho personal contra el amigo Gerardo (Conde Roa)", le resume Prado, que vincula la denuncia con "uno de los empresarios de Santiago más fuertes que hay en el mundo". Finalmente la querella tenía como destinatarios a ediles del PSdeG.

En su conversación Prado advierte del cerco policial, aunque no relacionado con la Pokemon aún, a Espadas, que cree que Conde Roa, Ángel Currás -que lo relevó como alcalde- "y compañía" no tienen sus teléfonos pinchados.

-Prado: "Antes de presentarlo (la citada querella) voy a hablar con Paula (...) El problema ya no es mío, eh, es un problema de la Policía".

-Espadas: "Ya".

-Prado: "El problema es que hay teléfonos pinchados, ¿sabes?

-Espadas: Sí

-Prado: "Desde hace una semana (...). Hoy me enteré de todo el tinglado (...) Ríete tú del Gürtel y aquí se estuvo escuchando a todo Dios hace una semana".

Más tarde añade Prado: "Comí con Morano, con el Coronel, te lo digo así de claro, te digo quién tengo a la mesa ahora, eh".

En su conversación, el hermano de la portavoz del PP informa a Espadas de sus contactos judiciales y citas con autoridades, según consta en el sumario del caso Pokemon. "Estoy con Mella, con Míguez, con... con Carballal, ya te digo estoy con cuatro o cinco magistrados", indica en la conversación en la que revela la existencia de pinchazos telefónicos.

En su conversación abordan también la situación de Conde Roa vinculada con la polémica recalificación de la llamada Finca do Espiño, un terreno cercano a la residencia oficial del presidente de la Xunta donde en lugar de un geriátrico, el entonces alcalde autorizó un complejo residencial.