"Crucemos todos los dedos para que no haya vuelta atrás en la recuperación económica", aseguró ayer la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, quien advirtió que de ello dependerá que se impongan o no más copagos a los usuarios de la sanidad.

Según aclaró, la Xunta siempre mostró su deseo de que los pacientes no tuviesen que hacer una aportación económica por la asistencia prestada, contribución que, tal y como recordó, sí se está pidiendo en casi todos los países de Europa. En cualquier caso, Mosquera añadió que la situación económica "parece estabilizada o mejorando" y, en su opinión, eso ayudará a que no haya más aportaciones por parte del usuario.

En este sentido, la conselleira de Sanidade confía en que no haya un revés económico y advirtió que, en cualquier caso, lo más importante es resolver el problema del paro. "Debemos centrarnos en combatirlo", apuntó.

Después de los dos días de huelga celebrada esta semana en la sanidad, Mosquera volvió a insistir en que los temores de los sindicatos son infundados puesto que la Xunta rechaza la privatización de la sanidad. Un día antes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ya había insistido en esta idea al garantizar que la sanidad pública "está blindada hoy" y mientras él sea presidente.

En cuanto al copago farmacéutico, la responsable de Sanidade admitió que se ha notado cierto efecto "disuasorio" en el consumo de fármacos. Mosquera añadió que las 200 toneladas de medicamentos que se destruían cada año "no beneficiaban a nadie".