La Xunta ya tuvo que desembolsar 19 millones de euros por los avales fallidos concedidos a una veintena de empresas, pero el riesgo que asume por apoyar a firmas en dificultades es todavía mayor. En total, el Igape, en su condición de avalista, tiene 176,2 millones de euros comprometidos con los que tendrá que responder ante el banco en caso de que las firmas a las que respalda no sean capaces de devolver los préstamos solicitados. Y además el 87 por ciento de este dinero -un total de 154,6 millones- lo ha invertido en avalar proyectos para garantizar la "viabilidad" de empresas gallegas, es decir, en sacarlas del bache financiero que atraviesan.

Según el balance que el Igape traslada trimestralmente ante el Parlamento gallego, este instituto económico asume "un riesgo vivo" de 176,2 millones de euros, lo cual significa que ésta es la cantidad de dinero invertido en avales que tiene pendiente de recuperar a fecha de junio de 2013. Los avales que concede la Xunta pueden ir dirigidos a proyectos de competitividad, a inversiones o bien a garantizar la viabilidad de firmas en dificultades.

Y son los apoyos a compañías con problemas económicos los que absorben estos apoyos financieros. Nueve de cada diez euros que concede en avales van dirigidos a apoyar proyectos de viabilidad, lo que también eleva el riesgo de que finalmente la Xunta pierda el dinero. Otros 15 millones fueron para apoyar a empresas que necesitaban acometer inversiones y seis más para mejorar la competitividad empresarial.

Según los analistas económicos consultados, esto significa que el Igape "compromete una buena parte de su solvencia en garantizar la viabilidad de algunas empresas, a las que sostiene con pinzas" y esto, en opinión de los expertos, coloca al instituto económico en "una posición comprometida".

De hecho el Consello de Contas, en su informe de 2010 alertaba ya de que la concesión de avales podía afectar a la "sostenibilidad financiera" de la Xunta. El conselleiro de Economía, Francisco Conde, había defendido en una entrevista a Faro de Vigo que los avales del Igape no comprometen el equilibrio presupuestario de la Administración autonómica.

En cualquier caso, la Xunta ha moderado notablemente la concesión de estos apoyos económicos En la primera mitad de 2013 el Ejecutivo gallego solo actuó de avalista para tres empresas, a las que respaldó con 840.000 euros.

En los albores de la crisis, en el año 2009, la Xunta llegó, sin embargo, a poner sobre la mesa 96,9 millones de euros para respaldar una cuarentena de créditos solicitados por empresas gallegas. Al año siguiente destinó menos dinero, 38,8 millones de euros, pero lo repartió en un mayor número de avales, más de ochenta.

Y a partir de ese momento la Xunta decidió cerrar parcialmente el grifo y comedirse más en la concesión de avales a empresas. En 2011 solo respaldó 16 préstamos y en 2012 fueron 26.

En algunos casos, el Gobierno gallego avala más de un crédito de la misma empresa. Ocurrió así con Alimentos Lácteos S.L., cooperativa lucense al borde de la quiebra, a la que respaldó económicamente para que le concedieran tres préstamos el pasado año.

El Igape también concedió tres avales a Factoría Naval de Marín en 2011, tras presentar concurso de acreedores. Y en 2010 apoyó en otras diez operaciones financieras de la empresa ponteareana Kauman, dedicada a la fabricación de bandas transportadoras de caucho.

El Instituto Galego de Promoción Económica no siempre avala préstamos directamente. También puede dar respaldo financiero a los avales concedidos a su vez por las Sociedades de Garantía Recíproca, que son entidades participadas por entidades financieras y administraciones como la Xunta o las diputaciones. Estas sociedades pueden conceder avales a empresas y solicitar a su vez al Gobierno gallego que apoye estos avales con otros avales. "Es como una cadena de favores", opinan los economistas consultados. La Xunta tiene 17,7 millones en "reavales".