La Xunta firmará mañana con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) el acuerdo por el que se comprometerán a cerrar en el plazo de un año el llamado pacto del agua que, entre otros aspectos, permita implantar un único recibo en toda Galicia para que todos los hogares tengan las mismas tarifas y paguen por los mismos conceptos. Actualmente existe una gran disparidad a la hora de facturar. Hay concellos que no cobran el suministro de agua, otros lo hacen por un valor inferior al coste real del servicio y también hay quien asume parte de los gastos para rebajar el recibo. Y se quiere acabar con estas diferencias.

En ese pacto, según anunció el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, se pretende además definir el modelo de gestión de las depuradoras, las condiciones mínimas de calidad del agua tanto en abastecimiento como en depuración, determinar la prioridad de las obras u homogeneizar las tasas de cobro para que todos paguen lo mismo por idéntico servicio. Pero como todas estas competencias son municipales, posteriormente serán los concellos los que deben decidir si se adhieren o no al pacto y, por tanto, las cláusulas que acuerden Xunta y Fegamp.

Pero lo primero es que los concellos, en su órgano de interlocución común con la Xunta y en el que están representados todos los partidos, diseñen el modelo. A partir de ahí, si se produce el acuerdo, será más fácil luego trasladar su contenido a los ayuntamientos.

El Gobierno gallego también reclamó el apoyo de los grupos parlamentario, pero aquí el consenso se presume mucho más complicado. De momento, la oferta cursada esta semana cayó en saco roto.