El ocaso de los "think tank" gallegos

El PP suprime la fundación Ágora y el laboratorio de ideas del PSdeG con Touriño debate su disolución - Galiza Sempre sobrevive con recortes y afectada por la crisis del Bloque

DANIEL DOMÍNGUEZ | SANTIAGO

El 26 de noviembre de 2009 Emilio Pérez Touriño retomaba su actividad política tras la derrota del bipartito abriendo un ciclo de conferencias de la Fundación Iniciativas XXI, un laboratorio de ideas que había impulsado él mismo para desarrollar el pensamiento de la socialdemocracia gallega en 2004. Presidida por Ramón Máiz, este brazo del PSdeG elaboró la propuesta de nuevo Estatuto de Autonomía de los socialistas. De aquella relevancia no queda nada. "Estamos en crisis como la socialdemocracia, a la espera de si retomamos la actividad o la disolvemos", reconoce Mercedes Rosón, su directora.

La crisis ha acabado con casi todos los think tank que habían levantado los partidos gallegos en una realidad ajena a la FAES del PP a nivel estatal, con Aznar a la cabeza, o la Fundación Ideas del PSOE, disuelta tras varios escándalos. Los populares gallegos iniciaron los trámites para disolver la fundación Ágora el año pasado, integrando sus funciones en la Alfredo Brañas, con escasa actividad, y el BNG se erige como único que mantiene la fundación Galiza Sempre en activo, que languidece tan afectada por la crisis económica de la formación y la reducción de subvenciones que incluso ha tenido que prescindir de su director desde 1999. El puesto está vacante.

Los socialistas fueron quienes más promocionaron su think tank, vinculado estrechamente a los días de vino y rosas de Touriño, que se granjeó desconfianzas internas por promocionar a personas ajenas al aparato en la Xunta y fuera de ella. Esa percepción ha afectado al ostracismo en que cayó la otrora reluciente Iniciativas XXI, si bien la dirección de Pachi Vázquez recurrió a firmas privadas para recibir asesoramiento electoral. "Una parte orgánica del PSdeG no entendió su función", concede Rosón.

La crisis ha provocado dos efectos. Por un lado, ha quitado el foco sobre el debate político ajenas a la economía, con excepción del debate catalán, y ha supuesto un mazazo para las cuentas de PSdeG y BNG, cuyo desplome electoral desde 2009 ha ido mermando sus ingresos. Ambos han acometido despidos y bajadas de sueldo entre sus plantillas.

Galiza Sempre es víctima de esa estrechez de recursos. "Hacemos lo que podemos con poco dinero y mucha imaginación", admite su presidente, Xesús Veiga Buxán, que previsiblemente será relevado del puesto junto al resto del patronato -ningún puesto está remunerado- antes de fin de año. "Los laboratorios de ideas sufren el mismo descrédito que la política", se queja antes de lamentar la caída de recursos para una fundación nacida en 1999 y dedicada a promocionar la historia del nacionalismo y la idea de Galicia como nación sin Estado. La captación de subvenciones públicas, una de las tareas de estos laboratorios, ya resulta una quimera.

El PPdeG, aparentemente sin problemas de tesorería, inició el año pasado los trámites par suprimir la fundación Ágora, cuya actividad resultó difusa desde su creación en 2007y al frente de la cual estuvo Pedro Arias, hoy diputado autonómico. Sus tareas son asumidas por las comisiones sectoriales del partido, que no externalizan así la fabricación de ideas. Además, el partido se ahorra así los 30.000 euros anuales de gastos de gestión que le acarrea simplemente por estar legalmente constituida, según fuentes de la formación. No se conoce aportación pública a sus programa o ideario.

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