La conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, ha calificado de "actuaciones con carácter homicida" las de aquellas personas que prenden fuego en el monte, puesto que los incendiarios, ha denunciado, generan peligro "muy cerca de los pueblos y causando graves riesgos a personas y viviendas".

Quintana ha pasado parte de la mañana de este miércoles en la zona de Trasmiras, en Ourense, para supervisar el despliegue de las brigadas militares de la 'Operación Centinela'. En este lugar ha aportado información a los periodistas sobre los incendios activos en Galicia y, al respecto, ha detallado que el de Oia-O Rosal está "aún activo, sin nivel 1", pero espera que esté bajo control en la tarde de este miércoles; mientras el de Ribeira está estabilizado.

La titular de Medio Rural ha aludido a las condiciones de viento de estos días, con una situación "muy extrema", y ha cargado contra la "clara intencionalidad de hacer daño" de algunas personas, puesto que, según ha subrayado, "la mayoría de los fuegos comienzan a unas horas en las que la reacción con los medios aéreos es imposible".

Quintana ha destacado que ya han sido detenidas "más de 70 personas" y ha advertido de que no pararán hasta que los incendiarios asuman sus actos e incluso "se hagan cargo de los daños causados abonándolos con su propio dinero".

La conselleira ha estado acompañada en este visita por el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y ha hecho un balance de la situación de los fuegos más importantes en las últimas horas en Galicia.

De este modo ha dicho que el incendio de Oia, que ha afectado también al de O Rosal, y que ha quemado 1.200 hectáreas según la Xunta, permanece activo aunque ya se ha desactivado el nivel uno de alerta por proximidad a las casas y ha mostrado su confianza en que se pueda dar por controlado "esta tarde".

Y también permanece activo, "aunque estabilizado" el fuego declarado ayer en Ribeira y que ha calcinado 175 hectáreas.

En cuanto a las circunstancias en las que comenzaron estos fuegos, Quintana ha aludido a la "situación climatológica" de altas temperaturas y fuerte viento, unos aspectos que "aprovechan para hacer daño" en relación a la "intencionalidad", de los fuegos.

Ha incidido en que las llamas se declaran "a última hora de la tarde" minimizando así la "posibilidad de intervención de los medios aéreos".

La prevención está siendo en las últimas jornadas uno de los puntos de debate, ya que los partidos de la oposición han criticado la ausencia de política en este ámbito por parte del Gobierno gallego.

A preguntas de los periodistas, Quintana ha aclarado que "es necesario saber qué se entiende por prevención".

"Hay ayuntamientos que en mayo estaban perfectamente desbrozados" pero las lluvias de final de primavera y principio de verano aumentaron la biomasa "y es necesario volver a desbrozar".

En el caso de Oia, ha ejemplificado, "el monte vecinal en el que se inició el fuego era de los más trabajados" pero "el que quiso hacer daño, lo hizo".

Ha recordado que los "vecinos tienen la obligación de limpiar sus parcelas" y el ayuntamiento de comunicárselo y si no lo hacen "de iniciar el expediente sancionador o cargarle los costes" de realizar estos trabajos.

Por otra parte, en la provincia de Ourense, los ayuntamientos de Monterrei y Cualedro han celebrado plenos urgentes con la intención de declarar zona catastrófica las afectadas por los incendios del pasado fin de semana.

El teniente alcalde de Cualedro, José Quintairos, explicó en el acto al que asistió la conselleira que cursarán esta petición a la Xunta al haberse calcinado "más de mil hectáreas de propiedades".

A este respecto, Quintana ha aclarado que esa consideración depende del Estado, y que por parte de la Xunta se harán las valoraciones después de que pasen los fuegos y se actuará en consecuencia.

Por último, tanto Quintana como el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, han agradecido el trabajo del ejército en colaboración con la Xunta en su labor disuasoria.

El jefe de célula de área de seguimiento, Enrique Sierra, ha explicado que las funciones de su unidad se centran en "misiones de vigilancia y observación temprana" aunque no participan en labores de extinción "salvo que vidas corran peligro".

Un total de 11 equipos de dos personas cada uno se reparten entre Chandrexa de Queixa (4), Viana do Bolo (3) y Trasmiras (4).

El dispositivo completo permanece operativo desde el 15 de julio al 15 de septiembre y cuenta con vehículos ligeros y equipamiento para observación y ubicación en el terreno.

El sargento Simón González, destinado por sexto año a estas labores, ha contado cómo se organizan en dos turnos, uno diurno de 08:00 a 23:00 y otro de 23:00 a 08:00 para realizar patrullas y labores de vigilancia, llegando a recorrer de media hasta 250 kilómetros, tramos en los que llegan a encontrarse zonas de monte "completamente cerradas".

La disuasión y la detección temprana de fuegos para la intervención de las autoridades civiles son sus funciones principales, un trabajo que desde la Xunta agradecen, así como el de todas las fuerzas que trabajan contra los incendios forestales.