Es el principal destino vacacional del Norte de España. Con 36 kilómetros de costa y 14 playas con distintivo de bandera azul, el municipio de Sanxenxo multiplica por cinco su población en los meses de verano, superando las 100.000 personas en estas semanas de agosto. Pero no todo son luces: la asociación ecologista Greenpeace acaba de situar a Sanxenxo en el Top 25 de los municipios costeros españoles más destruidos por la presión urbanística.

Lo que nadie discute es que el actual núcleo urbano de Sanxenxo nada tiene que ver con el apacible balneario que allí existía en las primeras décadas del siglo XX, ni siquiera con la villa que empezó a atraer veraneantes en los años 60. "En aquella época era todo fincas y caminos de tierra", explica Quique Domínguez, entrenador del Academia Octavio de balonmano, tras recordar que su abuelo, Enrique Domínguez Albella, fue uno de los primeros que compró terrenos en la zona en los primeros años de la década de los 60, junto con otros pioneros como Luis Rocafort. "Fueron unos visionarios", añade el técnico pontevedrés.

Atrás quedaron aquellos idílicos veranos de la infancia de los hermanos Domínguez, y ahora Sanxenxo afronta la paradoja de ser el municipio español con más banderas azules en sus playas y figurar a la vez en el Top 25 de los que sufren una mayor presión urbanística, como denuncia Greenpeace en su informe "Destrucción a toda costa 2013".

El informe de la organización ecologista detecta en Sanxenxo una "gran presión urbanística sobre una parte del litoral que se ha traducido en la invasión del dominio público marítimo-terrestre". Añade que "se realizaron varios deslindes, que al no finalizarse en un tiempo razonable, han permitido que los límites de la zona de servidumbre de protección no estuvieran claros, lo que ha provocado un gran desorden urbanístico".

La alcaldesa de Sanxenxo, la popular Catalina González Bea, admite que durante décadas "hubo un boom urbanístico privado que fue muy por delante de la regulación de las administraciones", con una concentración de edificaciones que "no es la más acorde y que en la actualidad tiene difícil solución". Sin embargo, afirma que hoy en día Sanxenxo destaca "por la protección paisajística, con especial cuidado en la conservación de las dunas y la regeneración de las playas, evitando, por ejemplo, el acceso de vehículos a las mismas".

Añade Catalina González que un claro ejemplo de esa conservación son "las 14 banderas azules de otras tantas playas de nuestro municipio, que avalan la calidad de los arenales y de las aguas durante todo el año". Unos galardones que suponen "un esfuerzo importante pero necesario porque nosotros vivimos del turismo".

Y tanto es así que el sector turístico genera más del 80% del Producto Interior Bruto de Sanxenxo y es el motor del 60% del empleo local. Son datos del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo, que desde hace un par de meses preside Alejandro Touriño. "Sanxenxo, con 14.000 plazas de alojamiento, sigue siendo el principal destino vacacional en el norte de España, y el turismo que mueve es importantísimo para toda Galicia, sobre todo para las Rías Baixas", explica Touriño.

Los 17.500 habitantes que tiene el municipio durante el año se elevan a 115.000 a mediados de agosto. La inmensa mayoría de los turistas son nacionales y proceden de Madrid, Santiago o Ourense, pero también hay un número importante de visitantes procedentes de Portugal. "Si cierra Sanxenxo un año -afirma el responsable del Consorcio-, habría que preguntarse qué pasaría en Combarro, en O Grove, en Cambados€ en la catedral de Santiago, en los barcos que van a las islas o en Baiona o A Guarda. Lo que mueve Sanxenxo en el aspecto económico es impresionante". El Consorcio de Empresarios Turísticos cuenta en la actualidad con 120 socios, representativos de los sectores de alojamiento, restauración y actividades complementarias.

Respecto a las denuncias de Greenpeace, Alejandro Touriño argumenta que Sanxenxo "no tiene nada que ver con Marbella", y añade que si bien hay una zona del casco urbano donde sí hay edificios al borde de la playa, "hay otros muchos lugares, con playas salvajes, que nada tienen que ver con la masificación del Mediterráneo". Alude a las banderas azules de las playas del entorno de Sanxenxo, "donde predominan las playas salvajes, como las de Montalvo, Major, Calleira, A Lanzada, Foxos€". Y es que en los 36 kilómetros de costa de Sanxenxo existen más de 20 playas de las más variadas características, desde los arenales urbanos de Silgar, Baltar o Caneliñas, a otros más tranquilos, como los de Areas, Montalvo, Major o A Lanzada. Gracias a la calidad de sus aguas y servicios, Sanxenxo es desde el año 2004 el municipio español con más banderas azules.

Desde el ayuntamiento son conscientes de que la playa de Silgar, en pleno casco urbano, "nunca va a tener una edificación como la de los años 20, 40 o 50, con casas y chalés de planta baja, pero estamos adoptando medidas para evitar casos similares". De hecho, su política es apostar por el control sobre el territorio y un desarrollo sostenible fuera de los cascos urbanos, "porque la Naturaleza es uno de nuestros mayores atractivos turísticos".

Un desarrollo sostenible que es imprescindible para asegurar el futuro del sector turístico. De ahí que la alcaldesa apueste por un crecimiento controlado y una ordenación de las plazas hoteleras por parte de las administraciones. Tras aludir a la especial situación de Sanxenxo, entre las rías de Pontevedra y Arousa y próxima al Parque de las Illas Atlánticas, Catalina González Bea hace hincapié en la especial importancia del turismo gastronómico y náutico, ambos ligados al mar. "Uno de los retos de Galicia es que siga vendiéndose de cara al mar, porque en muy pocos lugares del mundo tienen unas rías como las nuestras navegables durante todo el año", apunta la regidora popular. El Puerto Deportivo "Juan Carlos I" , inaugurado por el Rey el 4 de noviembre del 2005, tiene cerca de 700 plazas de amarre y 4.500m2 de varadero.

Conexión aeroportuaria

En cuanto a los aspectos que habría que mejorar, al presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos le gustaría "que la Administración invirtiera en infraestructuras, en concreto en la PO-308, y una política aeroportuaria correcta para poder captar más turismo nacional e internacional".

En la misma línea se expresa la alcaldesa de Sanxenxo. En opinión de Catalina González Bea, hay problemas aeroportuarios "que frenan a muchos de nuestros posibles visitantes porque llegar a Galicia de forma directa es complicado". Cita, por ejemplo, al "Sá Carneiro" de Oporto como "nuestro cuarto aeropuerto" por la importancia que tiene en la llegada de turistas a Galicia y considera fundamental nuevas promociones y ofertas aeroportuarias en nuestra comunidad.

De momento la oferta turística de Sanxenxo mantiene el tipo. La ocupación en el mes de julio se movió entre el 60 y el 65%, y en agosto se estima en un 80-85%. "La crisis está ahí, pero nosotros nos vamos adaptando y año a año seguimos respondiendo, con la promoción del turismo gastronómico o del turismo náutico", concluye Alejandro Touriño.

Vecinos y ecologistas

Jorge García Caamaño, secretario de la Asociación de Vecinos de Adina, no duda en afirmar que "el deterioro en la costa de Sanxenxo es evidente, no hace falta más que observar la invasión urbanística en la primera línea de mar en Silgar o en Portonovo". En opinión de García Caamaño se pudo haber aprovechado la aprobación en 2003 del PXOM "para respetar la primera línea de costa y hacer licitaciones en segunda o en tercera línea; fue una ocasión desaprovechada porque había muchos intereses de las inmobiliarias y de los propietarios de los terrenos. El resultado es que en el núcleo de Sanxenxo se ha construido una especie de pantalla de hormigón mientras el resto de la villa ha quedado apartada del mar".

El secretario de la entidad vecinal atribuye la responsabilidad a los políticos que permitieron ese descontrol urbanístico. "Hay un caso muy flagrante en Portonovo, todo un atentado medioambiental, que fue la construcción de una urbanización en el humedal de Baltar, que es uno de los tesoros ecológicos del concello de Sanxenxo", denuncia García Caamaño.

Respecto al argumento de que el municipio de Sanxenxo cuenta con 14 playas con bandera azul, el representante vecinal señala que eso es cierto, "pero podríamos tener muchas más cosas que se cargaron".

Los vecinos critican el proyecto de desdoblamiento de la vía rápida entre Sanxenxo y O Grove para convertirla en autovía; en su opinión sería mucho mejor vertebrar los accesos a esas playas con banderas azules aprovechando los caminos locales. Por último, señala que hay otra cuestión medioambiental que afecta a la zona de Sanxenxo que da a la ría de Arousa, "una zona ideal para el turismo ornitológico que no se está aprovechando por parte del concello".

En la misma línea se expresa Marta Lois Silva, presidenta del Colectivo Ecoloxista do Salnés, quien alerta de que el deterioro medioambiental no se limita a los núcleos urbanos o la primera línea de costa. Desde su organización suscriben el informe de Greenpeace, pero puntualizan que es más bien genérico, mientras que el trabajo de su colectivo se centra en casos concretos. "La costa de Sanxenxo no se limita a los núcleos urbanos, y hay muchas cuestiones que mejorar en materia medioambiental", añade, y cita a modo de ejemplo toda la ensenada que va por detrás de A Lanzada, desde O Grove hasta Cambados.

Considera Marta Lois que se ha construido un pueblo para los veraneantes, pero no para los vecinos. "Apostaron por un modelo turístico que tiene muchas cosas negativas, como la especulación urbanística y la falta de vivienda para los jóvenes del propio concello. Es un modelo que se come la costa€ a costa de todos", añade. Explica que en un determinado momento se intentó recuperar el humedal de Baltar, pero ahora solo quedan los restos "porque se construyó encima del humedal y de las dunas". Comenta asimismo la responsable del Colectivo Ecoloxista do Salnés que la costa que da a la ría de Arousa es un espacio protegido, aunque muchos vecinos desconozcan ese hecho, "y lo primero que deben hacer las autoridades es precisamente protegerlo y darlo a conocer", concluye la dirigente ecologista.

La vieja playa de los Domínguez

Una de las familias que lleva "toda la vida" veraneando en Sanxenxo es la de los pontevedreses hermanos Domínguez. Su abuelo, Enrique Domínguez Albella, fue uno de los primeros que compró terrenos en la zona y construyó allí su casa a principios de los años 60. Los hermanos Domínguez veranearon desde pequeños en Sanxenxo y no pasaban inadvertidos, porque "somos catorce hermanos y tenemos muchos primos que también venían a pasar el verano aquí; nos juntábamos un montón, entre tíos, hermanos y primos", recuerda Quique Domínguez, entrenador del Academia Octavio de balonmano.

Los pequeños iban a la playa en un Seat 600. "Mi padre se llevaba el coche grande, un Seat 1430 familiar, para ir a trabajar a Pontevedra, y mi madre se quedaba con el pequeño, el 600.¡Y en él subíamos todos! Mi madre siempre cuenta que llegamos a entrar ¡12!, y que al llegar a la playa y empezar a salir del coche, la gente se paraba para contarnos: uno, dos, tres... y cuando comprobaban que salían doce niños de un 600, no daban crédito". En las últimas décadas la familia Domínguez ha seguido creciendo y ahora "hay que hacer turnos porque ya no cabemos todos en la casa de nuestros padres", afirma Quique, que asocia los veranos en Sanxenxo"a un tiempo de descanso, de disfrutar con familiares y amigos de unos veranos largos que daban para mucho".