"Este es el avión sin alas que vuela más alto", suelen repetir los vecinos de Avión. Este pequeño municipio ourensano que emprendió el éxodo migratorio a partir de la década de los años 20 del pasado siglo para huir de la miseria, se transforma cada verano en una suerte de "miniMarbella" de interior, sin yates, pero encallada en un tapiz espeso de bosques autóctonos, que duplica su población de los 2.400 a los 5.000 vecinos, gracias a los emigrantes que vuelven a disfrutar sus vacaciones, y a cuya sombra se disputó el pasado 3 de agosto la partida de dominó más poderosa y mediática del planeta, una exclusiva de FARO que dio la vuelta a España y traspasó fronteras.

Sobre el tapete de hule del Bar Moncho compartieron fichas Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según la lista Forbes (56.000 millones de euros de fortuna estimada)Carlos Slim; Olegario Vázquez Raña, propietario de un holding de sanidad, comunicación, turismo y finanzas; Miguel Rincón, apodado el "rey del papel" y dueño del mayor emporio papelero del país azteca, y Daniel Goñi, titular de la notaría 80 del Estado de México. Testigos de la partida, el cardenal y arzobispo de Ciudad de México, varias veces papable, Norberto Rivera, y el también acaudalado emprendor Miguel Alemán, político, abogado y ejecutivo de Televisa, que estuvo acompañado en su estancia en Avión por su mujer, la exmiss Universo Christiane Magnani, una habitual de los ecos de sociedad de aquel país.

El anfitrión de estos cónclaves de personalidades de uno y otro lado del Atlántico, que desde hace años y con toda discreción hacen parada y fonda en Avión, es Olegario Vázquez Raña, de 77 años de edad, natural de este pequeño concello ourensano de la comarca de O Ribeiro y dueño también de una enorme fortuna que lo sitúa, junto con su hermano Mario, en los primeros puestos del ranking de personas más influyentes de México y del mundo.

Vázquez Raña reúne cada año en el pueblo a invitados de solera con motivo del cumpleaños de su esposa Ángeles Aldir, Doña Gela. Además de los citados, con Carlos Slim se sentó el dueño de Inditex, Amancio Ortega, la tercera fortuna del planeta.

"En México me muevo en coche blindado y con seis guardaespaldas; en Avión soy libre, de otro modo no vendría aquí", explica Olegario Vázquez, desde ese santuario plagado de casas de indianos, la más grande la suya, donde cada vecino protege con celo a los "grandes" de la emigración.

De hecho, los amigos de Olegario que continúan en su casa de Avión, como el cardenal de México y custodio además de la Virgen de Guadalupe (culmen de la religiosidad en aquel país), disfrutaron esta misma semana de un banquete de anguilas en una taberna de Laias. "Ahora tenemos que conseguir los primeros higos; le encantan a Olegario. Eso y las cerezas, pues ya tiene cruzado el Atlántico en su jet para disfrutar de la primera cosecha", explica Ramón Meiriño, propietario del Bar Moncho y guardián de los secretos que se escurren en las largas partidas de Slim, Raña y sus amigos.

Una discreción ganada a pulso, pues los que no trabajan en el cuidado de estas propiedades de los emigrados, tienen hijos o familiares que encontraron trabajo y fortuna allá gracias a la ayuda de empresarios como los Vázquez Raña, una saga que inició el padre en los años cuarenta del pasado siglo, al partir desde Avión a México para buscar una vida mejor. El padre fue el que puso los pilares de la fortuna de sus seis hijos, y luego ellos fueron engrosándola.

Los coches de más alta gama y cilindrada circulan estos días por las estrechas vías por las que hace nada cantaban los ejes de los carros. Entre ellos el Rolls-Royce del patrón Vázquez Raña, que espera paciente durante meses con el resto de la flota a que lleguen las vacaciones para salir del garaje. Estos días llegó también a Avión el Bentley de Carlos Slim, conducido por él mismo y con el que se desplazó desde el jet privado que le dejó en Peinador hasta el pueblo de Avión. El mismo jet con el que voló de regresó a México el domingo día cuatro.

Pero, ¿qué milagro de la genética ha hecho posible que Avión, con solo 2.408 vecinos censados, tenga uno de los porcentajes más altos de potentados? "Trabajar, trabajar y trabajar", contestaba estos días Olegario Vázquez Raña, el rostro más conocido de la familia, junto con Mario, y líder entre otros del Grupo Ángeles que lleva el nombre de Ángeles Aldir, su esposa, y que suma 23 hospitales con más de 3l.378 camas y 10.500 médicos a su cargo; y propietario entre otros medios, del Excelsior, una de las cabeceras de referencia en México.

"No hay secretos para el éxito. Nuestros padres marcharon de aquí siendo yo bien pequeño pues, como en muchos pueblos de Galicia, no había futuro, nos comían los mosquitos, y en los caminos sin asfaltar los pies se hundían en los excrementos de los animales", explica Ricardo Hermida, un próspero hostelero emigrado a una de las ciudades más hermosas de México, pero conocida también por las terribles fotos que generan los cárteles del narcotráfico. La seguridad es precisamente uno de los pilares que defendió en su programa Enrique Peña Nieto, el actual presidente de México por el PRI. "No ponga el nombre del lugar donde resido, para qué queremos problemas. Ya hemos perdido más de un vecino en los últimos años", explica Ricardo.

¿El secreto? Trabajar

Albino Vázquez, otro de los emigrantes que pasan el verano en Avión y recalan en la taberna de Moncho, una especie de "bodeguita de en medio" de este pueblo de montaña, asiente lo que dice su compañero. "Es mejor dar los menos datos posibles. Yo soy industrial en México, y mi secreto , como el del resto de los emigrantes ha sido trabajar 48 horas de 24", asegura.

Aurora, la esposa de Moncho, escucha atenta, desde la ventana que une la cocina con la pequeña terraza de este local, que acoge las partidas de dominó estivales de los millonarios del planeta. "El mérito de mi bar es el arte que tiene mi mujer para preparar el bacalao a la brasa, los callos o el cabrito", afirma Moncho. De hecho Carlos Slim ya estuvo en otras ocasiones en esta cafetería humilde, pero por la que pasaron un par de presidentes de México.

En el Avión de los turistas millonarios, -Slim quiere comprarse una casa aquí- apunta su amigo Olegario, hay un supermercado, una tienda pequeña de ultramarinos que abrió en mayo y seis entidades bancarias.

Es decir que en Avión tocan a un banco por cada 400 vecinos y hay oficinas abiertas todo el año de NovagaliciaBanco, Banco Pastor, BBVA, Caixa Geral, una corresponsalía del Banco de Santander y acaba de abrir además una oficina del Banco Etcheverría, en manos desde abril del banco Banesco, de Venezuela.

Por eso los siempre afables -que no oficiales- rumores de los amigos de los magnates, indican que tras la partida de dominó podría conocerse en los próximos meses alguna inversión fructífera para España. Algo que se sabrá cuando los Rolls-Royce de Avión abandonen los garajes.