Serán los centros educativos los encargados de fijar el idioma (gallego o castellano) predominante que se empleará a en las aulas de Educación Infantil y la decisión la tomarán en base a la pregunta "no vinculante" que se hará a los padres cuando comiencen las clases, y teniendo en cuenta también el entorno sociolingüístico, es decir el idioma que prima en su zona, y que Educación debe garantizar el equilibrio en la enseñanza del gallego y el castellano.

El secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, avanzó ayer, según informa Europa Press, el contenido de la instrucción enviada a los centros para adaptar ya el próximo curso el decreto del plurilingüismo en la enseñanza a las sentencias del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que anularon el carácter vinculante de la pregunta que se hacía a los padres sobre la lengua materna de los alumnos de Educación Infantil.

El TSXG también fijó que en las aulas los estudiantes deben emplear el idioma fijado para cada materia y no se puede dar libertad de elección al estudiante. Por ello, en la instrucción también se regula que los estudiantes tendrán que usar "con carácter general" la lengua de cada asignatura.

En todo caso, el profesor, explicó Valentín García, debe "respetar las circunstancias personales" de los alumnos y la nota de la asignatura se basará solo en el dominio del currículum de la materia.

Sobre la pregunta a las familias, García explicó será "no vinculante" aunque "sí importante", dado que el conocimiento de la lengua materna de los alumnos por parte de los centros es un mandato obligado por la Ley de Normalización Lingüística.

La decisión final sobre el idioma que se empleará en clase se resolverá en función de otros factores, como la realidad sociolingüística en la que se sitúa el propio centro y la necesidad de garantizar una presencia equilibrada de las dos lenguas cooficiales de Galicia como vehiculares del sistema educativo, además de permitir una adquisición equivalente en ambos idiomas, detalló el secretario xeral.

La decisión la tomará la dirección del centro y la plasmará en su plan lingüístico, que tendrá que ser aprobado por el Claustro y el Consejo escolar del propio centro. La Inspección Educativa será la encargada de verificar que el proceso se ha realizado de manera correcta.

Cambios en el Celga

Por otra parte, Educación ha introducido cambios en las validaciones del sistema de certificación de lengua gallega (Celga) para facilitar su realización a personas con discapacidad física y psíquica, que tendrán derecho a exámenes específicos. Además podrá obtenerse el título que acredita el conocimiento del idioma en centros de Castilla y León, en comarcas de Sanabria y el Bierzo, en el Instituto Cañada Blancha de Londres y en el Colegio Santiago Apóstol de Buenos Aires.