Técnicos de Adif, que se encontraban revisando las vías en el marco de las pesquisas abiertas por la comisión de Fomento que investiga el descarrilamiento del tren en Santiago, encontraron ayer por la tarde nuevos restos humanos que remitieron a los forenses.

Se estima que estos restos se corresponden con alguna de las víctimas ya identificadas -bien sean heridos o personas ya fallecidas- y, por lo tanto, no se requiere la presencia del juez para autorizar el levantamiento sino que simplemente el forense se desplaza para recogerlos y trasladarlos al laboratorio para realizarles la prueba de ADN.

Entretanto la cifra de hospitalizados tras el accidente se reduce a 69, tras dar de alta a uno de los heridos que permanecía ingresado en el centro compostelano de La Rosaleda.

Veintidós de ellos, sin embargo, continúan en estado crítico, de los cuales dos son niños y se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago.

Éste es el hospital que atiende a la mayoría de los afectados por el descarrilamiento del tren del pasado miércoles, un total de 36, de los que 19 están en estado crítico.

En La Rosaleda, una clínica concertada ubicada también en la capital gallega, están ingresados 18 pacientes. En el Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra son tres los heridos hospitalizados, mientras que en el Hospital Domínguez, de esta misma ciudad, hay otros dos pacientes en estado crítico.

Tres viajeros más permanecen en el Complejo Hospitalario de A Coruña, pero solo uno de ellos está en la UCI.

"La asistencia sanitaria a los heridos en el desgraciado accidente está completamente normalizada gracias al buen funcionamiento de los dispositivos sanitarios", aseguró ayer la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera.