Somos los padres de Eva y Celtia y queremos agradecer a todas las personas que nos ayudaron desde el mismo momento de la tragedia hasta hoy.

Al pueblo de Angrois, estamos seguros de que, sin su ayuda, hoy el número de víctimas sería mayor. No pudieron salvar a nuestras niñas, pero sí a los hijos, padres o hermanos de alguien.

A los bomberos, que dejaron sus problemas laborales de lado para realizar su trabajo: salvar vidas. A los policías, Protección Civil, Cruz Roja, médicos, enfermeros, psicólogos y todos los que trabajaron sin descanso horas y horas en el lugar del accidente.

A todo el personal del Clínico de Santiago por intentar ayudar a todos sin perder la paciencia, especialmente a Belén, médico, vecina y amiga, por cuidarnos como lo hizo e intentar por todos los medios encontrar a nuestras hijas.

Un especial recuerdo para Ana Martínez, psicóloga del 112, que después de estar esperando horas en el Cersia tuvo la desagradable tarea de comunicarnos la falta de noticias y nuestra necesidad de seguir esperando. El cansancio, la angustia y el miedo por nuestros familiares pudo más que nosotros y tuvo que escuchar cosas que estamos seguros no se merecía. Al contrario, escuchó e intentó hacer lo posible por remediarlo.

A toda la Policía y personal que estuvo en el Cersia, en especial a los que tuvieron que tratar con nosotros, por su amabilidad, sensibilidad y profesionalidad.

A José Luis y Mari Carmen por hacernos todo más llevadero.

Al personal de la Cruz Roja que cuidó de nuestras familias en Xunqueira, en especial a Isaura, Luis y Eva, nuestros médicos, que nos cuidaron todo el día.

A todo el pueblo, profesores, monitores, políticos, amigos nuestros y, en especial, los de nuestras niñas.

Seguro que nos olvidamos de alguien y para ellos también.

Gracias con todo nuestro corazón.

Montse, Marian, Richard y Javi.