La fotografía del rescate de una joven con rasgos similares a los de su hermana alimentó hasta el final la esperanza de Marta Besada Garrido, una joven ourensana, jugadora de fútbol en club UD Barbadás y el Cidade das Burgas, para encontrarla con vida. "Puede ser, ya la he visto antes, pero no lo sé con seguridad, se parece bastante", respondía a los internautas que le hacían llegar esa imagen. La de una víctima atendida por dos vecinos de Angrois, a pie del Alvia destrozado. Su cuenta de Twitter se cargó de mensajes de fuerza y posibles pistas. "¿Llevaba un reloj de color dorado?". "Puede ser que sí", apuntaba Marta, incansable después de casi 20 horas sin tregua en la búsqueda. Un símbolo ya de la mayor tragedia de la historia reciente de Galicia.

"Acaba de descarrilar el puto tren en el que venía mi hermana", escribía la estudiante del IES Otero Pedrayo, en la capital ourensana, pocos minutos después de conocerse los primeros detalles del accidente. Ella estaba ya en Santiago y esperaba a Carolina para disfrutar juntas de las fiestas del Apóstol. De hecho, su padre, traumatólogo, es compostelano. "Estoy temblando", colgaba segundos después. A partir de ese momento, la cuenta de Marta se convierte en una radiografía de su estado de ánimo, cada vez más tensa, y los primeros interrogantes de conocidos y nuevos seguidores que se acercaron para ayudarle. Vagon 6. Alrededor de 1,60 metros. 18 años. Pantalones cortos. Camiseta blanca. Pelo negro. "Creo que una amiga de mi hermana iba con ella -cuenta-. Acaba de poner un tuit de que estaba bien". Pero las buenas noticias se difuminaron muy pronto y empezó el calvario de Marta, arropada por más de 6.000 followers.

Carolina Besada Garrido tenía 18 años. Tras completar sus estudios en el Instituto As Lagoas, quería estudiar Filosofía. La mayor de cuatro hermanos. Marta, que terminó este año 4º de la ESO, y otros dos más pequeños. Su madre es trabajadora social en Ourense. La familia residía en la Plaza de las Mercedes, justo al lado del Colegio de Santo Domingo. Un hogar destrozado por el siniestro. "Muy mal, están muy mal", cuentan en su círculo. El destino quiso que el primo de una amiga cercana fuera forense en Santiago. Él, según apuntan sus allegados, les trasladó el terrible desenlace alrededor de las tres de la tarde de ayer. Con una petición expresa a la discreción porque Marta, que seguía en su intensa búsqueda con la ayuda de Twitter, aún no lo sabía.

"Por favor, si sabéis algo de una chica llamada Carolina Besada Garrido, avisad urgentemente a @M_Besada. Es su hermana. Iba en el vagón 6". Uno de los tuits más repetidos en la red durante toda la madrugada. A Marta le fueron llegando recados con la posibilidad de que Carolina estuviera en uno de los hospitales entre los que se repartían los heridos ante las coincidencias de la descripción física y la idea de que precisamente ese vagón era uno de los menos afectados por el enorme impacto del accidente. "No sabemos por dónde empezar a buscar... En muchas listas no está... Solo quiero verla y poder darle un abrazo...", confesaba. "No conozco a @M_Besada de nada, pero no me voy a dormir hasta asegurarme de que su hermana está bien. #TodosconGalicia #ÁnimoGalicia", destacaba uno de los seguidores que Marta fue añadiendo conforme pasaban las horas, conmovidos por su relato.

Con la ayuda, entre otros familiares de su primo Carlos, la joven ourensana rastrea los centros sanitarios de Santiago. "Hemos llamado a varios teléfonos de información: no contestan, colapsados, no se encuentra allí... Seguimos buscando", narra, entrada la noche. "GALICIA -escribe, en mayúsculas, como un ejemplo de su empuje- HOXE NON DURME". "De alguna manera #CarolinaBesada se ha convertido en la hermana de todos quienes compartimos el dolor en la distancia. Suerte, @M_Besada", intentaban animarle.

A las cinco de la tarde de ayer, los peores temores se confirmaban. Carolina se convertía en uno de los temas más comentados en Twitter. La única víctima que fue trending topic. Solo unos minutos después de esa foto que aún mantenía la confianza en conseguir el ansiado abrazo. "Y entonces... silencio...", confirmaba Marta. "Descansa en paz, Lila".

"¿Cómo estás?", le pregunto. "Como se puede", contestar la joven a FARO unas horas después de conocer la muerte Carolina. "No sé de dónde he sacado la fuerza -continúa-. Tenerla a ella también me ha hecho madurar bastante. Me lleva dos años. Me ha enseñado mucho. Ha sido como mi faro". Ahora le toca ella ser un poco la guía para sus otros hermanos pequeños. "Quería estudiar filosofía. Tu hermana era una chica con fondo, ¿no?". "Le gustaba mucho pensar", afirma Marta, que, pese al "fuerte dolor", quiso despedirse de "todos" sus seguidores con un agradecimiento por el apoyo en la peor noche de su corta vida.