FARO pone hoy a disposición de los lectores tres documentos clave en la reestructuración del sector financiero gallego realizados inmediatamente antes de la fusión, que se consolida el 1 de diciembre de 2010. Una información que el Banco de España -que rubrica las tres actas aquí publicadas- declinó enviar a la comisión de investigación del Parlamento por el deber de confidencialidad.

La documentación recoge el resultado de las inspecciones realizadas por el Banco de España hasta 2009, así como las instrucciones dadas por escrito por Jerónimo Martínez Tello, director de Supervisión, a la caja recién fusionada.

Una información que evidencia las líneas generales que enmarcaron aquella operación y que, básicamente, ponen negro sobre blanco los estados contables de cada una y las operaciones que más quebranto financiero les han causado. Y, en conclusión, revelan que una de ellas (Caixa Galicia) estaba quebrada y bajo amenaza de intervención inmediata y la otra (Caixanova), con sus problemas también, pero de menor gravedad.

Los tres escritos que hoy FARO publica forman parte de la documentación que podrán manejar los diputados durante la comisión de investigación de la fusión de las cajas gallegas que arranca este jueves en el Parlamento de Galicia. Información de la que dispone igualmente tanto la Xunta como NCG, a pesar de la negativa del Banco de España a enviarlos. Otro documento que también podrán consultar los diputados en el marco de este órgano de trabajo es la auditoría realizada por KPMG -lo harán en secreto-, y de la que ayer FARO desvelaba las líneas maestras, así como la propuesta de la consultora de que Caixanova absorbiera en 2010 a Caixa Galicia -la caja del norte era un 50% más grande pero sus pérdidas por el lastre del ladrillo eran un 165% superiores-.

Conclusión de la inspección a Caixa Galicia a 30 de septiembre de 2009.

El Banco de España concluye que la entidad había alcanzado un "perfil de riesgo""muy alto", "siendo cuestionada su viabilidad". Responsabiliza al crecimiento "a tasas muy elevadas"de la inversión crediticia desde 2004, "una alta exposición"en el sector inmobiliario, "operaciones corporativas sobre empresas de dicho sector"y unas necesidades de saneamiento que no lograba cubrir "a pesar de los esfuerzos realizados en los cierres de 2007 y 2008". Esto desembocó en unos requerimientos que se mandaron a la dirección de la caja única ocho días después de arrancar la fusión. (ver documento)

Comunicación a la dirección de NCG sobre la inspección a Caixa Galicia desde 2006 y requerimientos para cubrir su lastre en la fusión.

El acta arranca fijando en los inicios de 2007 "los primeros síntomas de deterioro"de la caja, "consecuencia de su desafortunada apuesta de expansión"financiada "con importante apelación a los mercados mayoristas". El documento pone de manifiesto también "un elevado nivel de morosidad" derivado principalmente "de su concentración en el sector inmobiliario". (ver documento)

Informe de inspección a Caixanova hasta julio de 2009.

No se cuestiona su viabilidad pero recoge peticiones para elevar las provisiones y mejoras de control. Junto con la reclasificación de una parte de los créditos vinculados al sector inmobiliario, con las correspondientes dotaciones que Caixanova pudo cubrir sin problema gracias al colchón genérico contra los impagos, y la especial vigilancia que se reclamó para el conjunto de la exposición al ladrillo por la debilidad de los activos, los requerimientos llegaron también hasta el Consejo de Administración. Su "cometido supervisor" no estaba siendo "lo suficientemente adecuado", según los inspectores, principalmente porque los miembros del principal órgano de decisión "carecían de una apropiada información de gestión respecto a la cartera de riesgos inmobiliarios". De ahí que se les pidiera mayor implicación y dinamismo. (ver documento)