La principal fuente de ingresos de las arcas públicas sigue sin levantar cabeza, al compás del deterioro de la economía en general y el parón empresarial. Lo que afecta de lleno a la capacidad de gasto de los contribuyentes. Los particulares, pero también las compañías. Durante el primer cuatrimestre del año, los ingresos de Hacienda en Galicia se desplomaron un 14,4%, más del doble que la caída en el conjunto del Estado -del 6,6%-, principalmente porque los dos grandes impuestos mantienen sus alarmantes números rojos. El IRPF acumula en la comunidad un descenso dos veces más alto que la media y del triple en el caso del IVA.

Con el deterioro del mercado laboral, el gravamen de la Renta se asfixia. Entre enero y abril, su contribución en Galicia se quedó muy por debajo de los 1.090 millones de euros que supuso en el mismo periodo de 2012. Un 12,4% menos, concretamente, hasta los 954,6 millones de euros, en una de las mayores reducciones experimentadas en el país y frente al descenso del 5,2% que el IRPF sufrió en toda España.

El IVA atraviesa una situación muy similar, con un comportamiento a la baja de los más acusados entre todas las autonomías. La tasa directamente relacionada con el consumo y las operaciones de las empresas para llenarse de materias primas cae hasta abril un 15,7% en Galicia, con 722,1 millones de euros. Los ingresos totales en el Estado por IVA fueron un 4,6% más bajos. Es decir, una bajada tres veces más pequeña.

En el caso del otro gran impuesto más vinculado al consumo, el de los Especiales -y que está entre los que el Gobierno prevé incrementar, como ya ocurrió con los dos grandes-, la caída está contenida. Un 1,3%, lo que representa un dato mejor en la comparativa nacional, donde el descenso es del 2,7%. En Tráfico Exterior, la disminución en Galicia es del 8,3%.

Al Impuesto de Sociedades se le mira con especial atención porque mide el comportamiento que están teniendo las empresas. La tasa se aplica sobre su beneficio. Y en un entorno de balances por los suelos, la recaudación en Galicia es de solo 58,9 millones de euros, un 33% por debajo del primer cuatrimestre de 2012, cuando el gravamen ya sufría, y mucho, el impacto de la recesión.

Entre tanta cuesta abajo, el comportamiento de la delegación que la Agencia Tributaria tiene para Vigo y su área rompe con la tendencia general. Hasta marzo, de hecho, figuraba como una de las excepciones a las caídas y ahora, con las cuentas hasta abril, la recaudación aguanta un aumento del 4,7%, lo que la convierte en la mejor de todas las delegaciones del país.

Las sucesivas alzas de los tipos en varios impuestos han permitido unos ingresos extras desde su puesta en marcha de 6.491 millones de euros en el cajón de Hacienda. La subida del IVA, lo que más, unos 3.400 millones. La nueva fiscalidad medioambiental aporta 3 millones y las tasas judiciales hasta 45 millones.