El director xeral de Relacións Institucionais e Parlamentarias, Gonzalo Ordóñez, ha justificado las críticas del presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, al portavoz de la plataforma de afectados por participaciones preferentes y deuda subordinada de O Rosal (Pontevedra) y sindicalista, Xulio Vicente, y ha alegado que los cargos públicos "acosados, insultados e incluso menoscabados en su intimidad familiar" tienen derecho a "manifestar su opinión".

Frente a las acusaciones del portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, quien ha señalado que Louzán tildó de "mamón" a Vicente y que evidenció "su falta de cultura democrática" recordando "a tiempos pasados" al aludir a sus "antecedentes" cuando su único "delito" es ejercer de "sindicalista", Ordóñez ha replicado que el presidente provincial "no atacó a un sindicalista", sino que quiso "poner el acento" en que hay personas, aunque "son las menos", que "valiéndose de una situación lacerante y del dolor" buscan obtener "réditos y beneficio personal".

"Louzán hace una distinción entre afectados y agitadores", ha aseverado el alto cargo, mientras que Jorquera ha lamentado la actitud de la Xunta por "justificar" que se lancen "insidias e infamias contra un ciudadano" al que se acusa de querer "hacer carrera política en el BNG y en la CIG" cuando "los únicos antecedentes objetivos" son los de Louzán que, ha incidido el nacionalista, "hizo carrera política de la mano de Nené Barral, un destacado capo del narcotráfico y militante del PP".

"En el PP intentan convertir a las víctimas en verdugo", ha reprobado Jorquera, quien también ha aludido a las manifestaciones de diferentes dirigentes populares contra los escraches de afectados por desahucios, mientras que el director xeral ha recordado al nacionalista que Louzán ha recibido el apoyo de los ciudadanos en las urnas "en varias ocasiones" y ha insistido en que los cargos elegidos deben poder emitir su "opinión".