El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó ayer la intensa marejada en el gobierno socialista de Ourense tras la revelación de las cuentas que tensan todavía más la relación interna para reclamar un ejecutivo estable. El PP tiene en la ciudad los mismos ediles, once, que un PSOE roto después de las sucesivas crisis precipitadas por la operación Pokémon con el arresto del exalcalde Francisco Rodríguez. Feijóo dejó claro ayer, tras la reunión del Consello de la Xunta, que le "gustaría que Ourense encontrase un gobierno estable y priorizase la gestión".

El presidente lanzó el guante al BNG, con tres representantes en el concello y que rompieron el bipartito tras la implicación del anterior alcalde al puesto tras su implicación en la Pokémon.

Después de que el PP de Ourense planteara la posibilidad de someter al alcalde, Agustín Fernández, a una moción de confianza para la que necesitaría más que sus propios votos, Feijóo envió ayer un nuevo recado a los nacionalistas. El líder del PPdeG los responsabiliza también de la situación irrespirable en el concello manteniendo su consideración de "socios" del grupo municipal socialista.

"Es un asunto que afecta al PSOE y al BNG, que es su socio. No sé lo que dirían si esto sucediese en otra institución que gobernase mi partido. En estos asuntos internos deben hablar el PSOE y el BNG", manifestó, a preguntas de FARO, el presidente en su comparecencia con los medios de comunicación tras el Consello de la Xunta.