Con la paralización de los dos edificios pendientes de la Cidade da Cultura, la Xunta ya no tendrá que gastarse los 170 millones de euros programados para su construcción, pero tampoco le saldrá gratis. El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, ya ordenó al conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, que empiece a negociar "de inmediato" la rescisión de los contratos con las empresas adjudicatarias de las obras. El jefe del Ejecutivo gallego no desveló a cuánto podría ascender la cuantía de las indemnizaciones y optó por mantener "un silencio prudente". En todo caso, explicó que será una "una cantidad mínima en relación al coste de ejecutar los dos edificios, más los gastos de mantenimiento y el equipamiento".

Las negociaciones con las empresas se iniciarán ya después de Semana Santa. De esta manera Feijóo da cumplimiento al acuerdo adoptado ayer en el Parlamento gallego de paralizar "de forma definitiva" los dos edificios pendientes del Gaiás. El PP se sumó por sorpresa a la moción presentada por el BNG y que también fue respaldada por AGE y contó con la abstención del PSOE.

Feijóo justificó ayer el voto de los populares: "Un gobierno tiene que votar con la oposición cuando presenta algo razonable". En su opinión, en la situación actual de crisis "no es prioritario hacer un nuevo edificio para el arte y otro para la música". "Y ayer el Gobierno gallego, después de meditarlo, se lo trasladó al PP", argumentó sin reconocer en ningún momento un cambio de postura de última hora dentro de su grupo parlamentario en relación a este tema. "Mientras sea presidente no se van a hacer esos edificios", declaró con contundencia.

De hecho, el presidente de la Xunta aclaró que la moción aprobada ayer en el Parlamento ratifica la decisión que ya se había anunciado cuando se presentó el Plan Gaiás 2012-2018 de paralizar temporalmente la ejecución de estos dos edificios. "Ahora se explicita y se explica de forma más nítida", recalcó.

Esto obligará a indemnizar a las empresas adjudicatarias de la obra -dos uniones temporales constituidas, una de ellas por Acciona y Copasa, y la otra por Acciona, Copasa y OHL-. Según el PSOE, esta compensación podría ascender a 18 millones de euros. Sin embargo, Feijóo insistió en no adelantar ninguna cifra. "Yo defiendo los intereses de Galicia, no de las constructoras", aclaró. En todo caso se mostró confiado en que las empresas "serán inteligentes". "Se darán cuenta de que esos dos edificios no son prioritarios".

Aunque la Cidade da Cultura nació al amparo del gobierno popular de Manuel Fraga, del cual formó parte Feijóo en su última etapa, el ahora presidente de la Xunta recalcó que las circunstancias habían cambiado. "La Galicia en la que se decidió construirlo era la Galicia de la bonanza económica y yo ahora gestiono la Galicia de la crisis. No se pueden adoptar las mismas decisiones", razonó. Tras suspender la ejecución de estos dos edificios, la Xunta se centrará ahora en "poner en valor" los 287 millones de euros que ya están invertidos en el complejo.