El Claustro de la Universidade de Santiago rechazó ayer la propuesta de líneas generales de los presupuestos para este año de la institución presentada por el equipo del rector Juan Casares Long, por lo que automáticamente han quedado prorrogados los aprobados durante el pasado ejercicio, igual que ocurría un año atrás. Las cuentas previstas para 2013 -de poco más de 220 millones de euros- incluían las modificaciones derivadas de la presentación de las cuentas de la Xunta para este año, pero finalmente la institución funcionará con las partidas aprobadas para 2011.

En una sesión marcada por fuertes medidas de seguridad, ante el temor de que algún grupo de estudiantes que protestaba contra los recortes pudiera acceder al acto -como ocurrió durante la celebración del Consello de Goberno-, se debatieron cuatro enmiendas a la totalidad de las cuentas que obtuvieron la mayoría de los apoyos. El texto de las cuentas fue rechazado por 94 votos en contra, frente a los 67 que le dieron su visto bueno y 16 votos en blanco.

Según Europa Press, los enmendantes al texto han coincidido en ver al rector "cada vez más aislado y agotado", además de en criticar un documento que, a su juicio, "consagra el desmantelamiento de la universidad pública", como indicó el representante del colectivo PAS A Trabe, Antonio Pérez Casas. "Aprobar esas líneas generales tiene solo un significado: apoyar los recortes", dijo.

Casares Long asumió el rechazo como un "varapalo" para la institución. Para el rector "se puede discrepar cuando hay recursos que priorizar" algo que, opina, no ocurre hoy por la general rebaja de fondos. Al respecto, recordó que los presupuestos de la Xunta "contemplan un nuevo recorte que rechazamos públicamente" y que las universidades están a la espera de que el Gobierno les aclare cómo implementar el recorte del 5% sobre la masa salarial con "seguridad jurídica". Asimismo, rechazó el traslado de parte de los recursos de la financiación estructural a la financiación por resultados.