Ni políticos saliendo por la ventana ni enfrentamiento policial. Los afectados por las preferentes, en una imagen totalmente inusual, tuvieron ayer voz propia en el pleno de la Diputación de Ourense donde intervinieron en un debate. Ello fue posible porque los dos diputados del BNG cedieron sus asientos a dos portavoces de la plataforma de afectados para que expusiesen su problema ante el plenario.

Los tres grupos políticos y la Presidencia acordaron cederles el segundo turno de palabra para que fuesen ellos los que defendiesen su postura durante el debate de una moción presentada por el BNG y que aprobada por unanimidad. La iniciativa muestra el rechazo de la Diputación de Ourense a la quita e insta a la Xunta y al Estado a que garanticen que los ahorradores recuperarán todo su dinero.

Antolín Fernández y Arístides Álvarez fueron lo que pusieron la voz a los preferentisas en el pleno provincial. Fernández se mostró duro y receloso ante un acuerdo unánime que "no vale para nada más que para quedar reflejado en una acta" y manifestó que lo único que quieren los afectados es que les devuelvan su dinero. Criticó que la vía del arbitraje "fue muy ágil hasta las elecciones autonómicas pero después quedó paralizada" y reclamó que se extienda al 100% de los casos.

Aprovechó además para lanzar un reto a la corporación, y en especial al grupo de gobierno del PP, encargado de hacer efectivo el acuerdo alcanzado por unanimidad: "Si en un plazo de tres a cuatro meses no hemos recuperado nuestros ahorros significará que ustedes no presionaron lo suficiente". En este caso, añadió, "les pediremos que dimitan por falta de coherencia".

Los alrededor de 40 afectados que asistieron al debate agradecieron el gesto político pero recordaron que le pagan precisamente para defender a los ciudadanos. Acto seguido abandonaron el salón "pacíficamente".