Las protestas de los afectados por las preferentes se recrudecen. Tras retener a la corporación municipal de O Porriño durante una noche el pasado mes de febrero o haber obligado a la de Ponteareas a abandonar el salón plenario por la ventana, ayer retuvieron en una obra de Vigo y durante más de una hora al conselleiro de Medio Ambiente e Infraestructuras, Agustín Hernández, y al delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez.

Ambos dirigentes visitaban las obra de construcción de la nueva depuradora. En torno a un centenar de personas se concentraron en la entrada y comenzaron a protestar con cánticos y pitos. Cuando Hernández y Juárez terminaron el acto, los afectados advirtieron de que no se moverían de la puerta.

Dicho y hecho. Tras más de media hora encerrados en el interior de las obras, Samuel Juárez recibió a sus portavoces, que le solicitaron que "identifiquen a los responsables de la fusión de las cajas gallegas y que los cesen de inmediato".

Pero este encuentro no contribuyó a que los manifestantes se hicieran a un lado. La llegada de refuerzos de la Policía Nacional fue lo que permitió salir del recinto tanto al conselleiro de Medio Ambiente como al delegado del Gobierno. Escoltados por los agentes, los responsables políticos salieron en sus coches oficiales en medio de un mar de gritos y abucheos. Pese al tumulto y a la indignación de los presentes, no hubo ningún tipo de agresión más allá de la verbal. La protesta fue pacífica y los manifestantes permitieron en todo momento el tránsito de máquinas y camiones de la obra.

"Esto lo van a tener cada día que vengan a Vigo. Se les va a atacar siempre en este tipo de actos hasta que solucionen el problema", advirtió José Manuel Estévez, portavoz de los afectados. "Hay personas que están muy enfermas y que psicológicamente están muy tocadas. Eso no lo podemos permitir", agregó. El aumento de la presión de la plataforma aumenta coincidiendo con la semana en la que se darán a conocer las quitas de Novagalicia y que el FROB anunció que hará públicas mañana.

"No es de recibo"

Por otra parte, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, condenó ayer las "actitudes violentas" que atribuyó a "unos pocos" en las protestas de afectados por las participaciones preferentes. Rueda señaló que la Xunta "comprende" la situación de los afectados, pero recalcó que la Administración autonómica "ha demostrado con creces" su apoyo a este colectivo "con el sistema de arbitraje" y avisó que estos incidentes "no son de recibo".